A pesar de que los nuevos congresistas se posesionaron hace ocho días, las comisiones constitucionales de la Cámara de Representantes, que son las que discuten en primer debate los proyectos de ley, aún no han arrancado a trabajar.
La situación es tal que en estas comisiones ni siquiera se ha podido nombrar a la mesa directiva, que es la que hace la citación para discutir proyectos de ley o hacer debates de control político. ¿Qué está pasando?
Toda la demora se debe a que solo hasta este martes el Congreso de la República votó la conciliación del proyecto que les da cupo a los 16 representantes de las víctimas en las comisiones del Congreso.
Surtido ese trámite, el proyecto fue enviado ahora a la Presidencia de la República para que sea sancionado y revisado por el presidente Iván Duque.
Mientras no se dé la sanción de esta norma, no habrá piso legal para que las curules de las víctimas puedan funcionar. Y como estos 16 representantes sí o sí tendrán que estar distribuidos en las siete comisiones constitucionales de la corporación, estas no se pueden instalar hasta que estén completos todos sus integrantes, según un concepto jurídico que llegó a la Presidencia de la Cámara.
La situación no deja de generar traumatismo en el Legislativo, pues, por ejemplo, los más de 50 proyectos que han sido radicados en la última semana en la Cámara no podrán iniciar su trámite hasta que las comisiones empiecen a funcionar.
Por eso, el presidente de la Cámara, David Racero, hizo un llamado al presidente Iván Duque para que dé celeridad a la sanción presidencial.
“Esperamos que antes de terminar su mandato, el presidente haga el trámite. Desde este martes el balón está en su cancha, entre más se demore en firmar la reglamentación de las curules de paz, pues el Congreso se detendrá. Invitamos al presidente a que responda a las víctimas antes de irse”, dijo Racero.
Aunque Racero pida celeridad, lo cierto es que el trámite de la sanción presidencial tardará, mínimo, una semana porque la Presidencia de la República debe revisar lo aprobado por el Congreso. Si no hay ningún problema y se determina que no se harán objeciones, el proyecto será sancionado sin problema, pero en caso contrario, el texto volvería al Legislativo.
Así quedarán las comisiones
Según lo aprobado este martes, la distribución de esas curules de paz quedó de la siguiente manera: en la comisión primera de la Cámara habrá tres representantes, lo mismo que la comisión quinta, que tendrá igual número de curules de paz.
En la segunda, tercera, cuarta, sexta y séptima habrá dos sillas para los representantes de las víctimas. Adicional a esto, tendrán espacio en la Comisión de Acusación y en la Comisión de Ética.
Aunque ya quedó clara la distribución, habrá que esperar la sanción presidencial de la iniciativa para elaborar las planchas de las Comisiones Constitucionales y conocer los nombres de quienes irán a cada una de ellas.
“Vamos a actuar como bancada y estamos firmes como bancada, así lo hemos venido haciendo. Si somos bancada, somos 16 votos y una fuerza política importante en la Cámara de Representantes. Tendremos discusiones, confrontamos en algunos temas, pero estamos para trabajar”, dijo John Jairo González, uno de los representantes elegidos en nombre de las víctimas y quien está postulado para la comisión tercera.
Nueve de los 16 integrantes de las curules de paz respaldaron plenamente en la campaña presidencial a Gustavo Petro y pasarían a integrar la coalición de gobierno que se está conformando en el Congreso. Karen Manrique, William Aljure, Juan Pablo Salazar, John Jairo González, Leonor Palencia, John Freddy Núñez, Diógenes Quintero, James Mosquera y Orlando Castillo fueron quienes le dieron el espaldarazo al presidente electo.