El alcalde Carlos Fernando Galán en compañía de casi todo su gabinete distrital radicó personalmente en el Concejo su Plan de Desarrollo ‘Bogotá Camina Segura’, que será la hoja de ruta de la capital del país para los próximos cuatro años. Se trata de un documento de 568 páginas que recoge los objetivos, ejes estratégicos y programas que adelantará la alcaldía en este gobierno.
La inversión total es de 114 billones de pesos y sumado con el sistema general de participaciones, la cifra asciende a 142 billones de pesos.
Esta hoja de ruta que va a definir hacia dónde va la ciudad en los próximos cuatro años, está divida en cinco grandes objetivos y el primero de ellos está enfocado a la seguridad, con una inversión que supera los 7,4 billones de pesos.
Se implementará un nuevo modelo de seguridad que demande el sostenimiento de operaciones permanentes enfocadas en el control del territorio, la protección de los espacios y las personas, así como la prevención y anticipación frente a dinámicas y fenómenos que pongan en riesgo la vida de quienes habitan en Bogotá.
Para ello se van desarrollar varios programas que busquen fortalecer las capacidades en seguridad y la lucha contra la criminalidad en la ciudad. Uno de esos programas apuntará al desmantelamiento de estructuras criminales y delincuenciales con mejores capacidades y activos tecnológicos. Y a partir d ahora, toda la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca va a coordinar y aunar esfuerzos para combatir el crimen organizado en la región.
En este nuevo modelo también se va a contar con la participación activa del Ejército Nacional, para tener una respuesta coordinada y efectiva en entornos urbanos y rurales. Bajo esta misma lógica, se hará más eficiente el sistema de videovigilancia de Bogotá, incorporando nuevas tecnologías basadas en inteligencia artificial.
Dentro de este gran objetivo, solo la Secretaría de Seguridad, contará con recursos que casi duplican su asignación histórica, los cuales ascienden a 3,5 billones de pesos para el cuatrienio.
“Vamos a desatrasarnos. Parte de estos recursos es para volver a tomar robustez en la disposición de capacidades para la prestación de los servicios en movilidad, en tecnología para el C4, ampliación del sistema de videovigilancia, dotación a la Policía, fortalecimiento del apoyo de la Brigada 13 e incluso de Catam a la seguridad de la ciudad. Además de la construcción de una nueva cárcel que esperamos entregarla al final de este nuevo gobierno, y el desarrollo de unas soluciones temporales para sacar de las estaciones de policía y las URI a los privados de la libertad que están hacinados”, explicó el secretario de seguridad, César Restrepo.
El funcionario distrital abrió la puerta para que policías en retiro puedan ser contratados e integrarse a la estrategia de seguridad en Bogotá.
“Vamos a destinar unos recursos para que nosotros nos sentemos con la Policía Nacional a gestionar las características de un nuevo modelo, toda vez que por lo menos un primer grupo de policías lo necesitamos para finales de este año y no podemos salir a reclutar muchachos para hacer ese nuevo cuerpo de policía, por lo tanto, lo que vemos factible es contratar personas que están en uso de buen retiro de la fuerza policial para que presten los servicios durante el tiempo en el que el Distrito tenga disponibilidad de recursos. Esa plata la administraría la Policía”, dijo Restrepo.
Esos uniformados en retiro se dedicarían a una policía comunitaria, mientras que los miembros activos de la Policía se enfocarían en la lucha contra el crimen organizado.
Partiendo de este amplio objetivo, el Plan de Desarrollo establece metas ambiciosas en los indicadores. Recudir la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes de 13,6 en 2023 a 8 en 2027. Bajar el hurto a personas, la extorsión y las lesiones personales en un 10 por ciento cada uno, reducir los feminicidios en un 30 por ciento, entre otros.
Impuestos y demás objetivos
El Plan de Desarrollo del alcalde Galán también trae cambios en materia tributaria en la ciudad. Son tres los nuevos impuestos que están establecidos en el articulado del proyecto, que de ser aprobado en la Comisión del Plan y en la Plenaria del Concejo serían una realidad en Bogotá.
En la capital del país se establecerá un impuesto al servicio del alumbrado público que tendrá que ser cancelado en la tarifa de la energía eléctrica. Para los predios comerciales, industriales y oficiales, la tarifa será del 10 por ciento. En los predios residenciales, los estratos 1 y 2, estarán exentos del impuesto, mientras que el para el estrato 3 será del 5 por ciento; estrato 4, 6 por ciento, y estrato 5 y 6, 7 por ciento.
La administración, control, recaudo, fiscalización, liquidación, discusión, devolución y cobro del impuesto de alumbrado público estará en cabeza de la Secretaría Distrital de Hacienda.
Un segundo impuesto será la sobretasa que deberán pagar quienes usen parqueaderos públicos en Bogotá. La tarifa será del 17 por ciento. Los recursos irán al Fondo de Estabilización Tarifaria del Sistema de Transporte Masivo de TransMilenio.
Para el concejal Daniel Briceño, ponente del proyecto del Plan de Desarrollo, este impuesto demuestra que en Bogotá hay una especie de guerra establecida en contra del carro particular. “Eso no tiene razón de ser. Hay una persecución sobre quienes usan carro particular, que son personas honestas, que trabajan y ya le aportan 1,2 billones a esta ciudad en impuestos”, dijo.
El tercer impuesto va dirigido a los empresarios. Habrá una sobretasa del 1 por ciento en el impuesto de industria y comercio para financiar la actividad del Cuerpo de Bomberos en la ciudad.
En materia de movilidad se invertirán $19.8 billones de pesos. Se trata de la inversión más alta en los últimos 8 años. La administración de Galán también tiene grandes apuestas. La principal de ellas, la tercera línea del Metro de Bogotá hasta Soacha. Además de consolidar la ejecución de construcción de la primera línea, y licitar, contratar e iniciar la segunda línea que vas hasta Suba y Engativá.
Adicionalmente, se va a construir la ALO Norte, la Avenida Suba – Cota, estaciones elevadas del Regiotram de Occidente, la troncal de TransMilenio por la Calle 13, el cable aéreo en La Calera, cuyos documentos de prefactibilidad se entregarán conjuntamente entre el IDU y la Gobernación de Cundinamarca en julio de 2026. Así mismo, el Distrito hará Conexión calle 100 entre carrera 9 y 7, que es la armonización con el Plan Parcial El Pedregal, entre otras nuevas obras.
En cuanto al corredor verde de la Carrera Séptima, el Plan Desarrollo deja claro que se va a avanzar en la construcción del tramo 3 del proyecto que va desde la calle 100 hasta la 200. Y puntualiza que los tramos 1 y 2 que van desde la Calle 24 hasta la calle 99, están suspendidos. Sin embargo, el articulado del proyecto abre la posibilidad a una troncal sobre la Séptima.
“La Administración Distrital diseñará y/o construirá sobre la carrera séptima un corredor de transporte público de alta capacidad que desarrolle infraestructura de movilidad y articule los diferentes modos de transporte de la localidad de Chapinero y la movilidad de la zona oriental de la ciudad con la región”, se lee en el proyecto, el cual, a reglón seguido establece que “los predios adquiridos como parte de las zonas de reserva vial del Corredor de la Carrera Séptima deben destinarse principalmente a la solución de la movilidad de los diferentes modos de transporte”.
Otra de las grandes apuestas del alcalde Galán es la de diseñar un nuevo esquema de aseo en Bogotá para ponerlo en ejecución una vez culminen las concesiones en la ciudad. La administración es consiente además que la disposición final de los residuos sólidos de la ciudad en el relleno sanitario de Doña Juana tiene proyectada una vida útil hasta 2026. El objetivo será estimular la reducción de residuos por disponer en rellenos sanitarios, buscando el uso eficiente y la reutilización de los recursos.
En materia de medio ambiente, se invertirán 1.3 billones de pesos. Al final de estos cuatro años la meta es tener un mejor aire con 30 por ciento menos toneladas de Gases de Efecto Invernadero y 10 por ciento menos de PM10 y PM 2.5.
En cuanto a pobreza, Galán se compromete a reducir la incidencia de pobreza monetaria en Bogotá de 28,2 en 2023 a 24,9 en 2027; y la pobreza multidimensional de 3,6 a 2.
“Aquí está plasmada la Bogotá por la que vamos a trabajar sin descanso”, puntualiza Galán.