Se siguen conociendo nuevas contrataciones en la Casa de Nariño en el gobierno del cambio del Pacto Histórico. En esta ocasión se reveló el contrato que suscribió el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) con el padre Álvaro Duarte Torres, para que apoye el buen clima laboral en el Palacio Presidencial.
De acuerdo con el contrato, el religioso tendrá un sueldo mensual cercano a los cinco millones de pesos, el cual finaliza en diciembre de 2022, adquisición de servicios que se suma al del famoso coreógrafo Nerú, quien el mismo Dapre contrató por un monto de 28 millones de pesos por cuatro meses.
Cabe recordar que de acuerdo con Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Nerú tiene las condiciones necesarias para estar dirigiendo el gimnasio de la Casa de Nariño.
“Este año las decisiones que hemos tomado le ahorrarán 33 mil millones al presupuesto del Dapre. Se contrató a Nerú para dirigir el gimnasio y las actividades de bienestar del Dapre. Tiene toda la experiencia y la confianza para desarrollar el objeto del contrato”, fue la defensa a esa contratación que hizo Lizcano en su cuenta de Twitter.
Según el propio contrato de Nerú conocido en su momento por SEMANA, el objeto del mismo es el de cumplir con la realización de actividades en materia de salud mental que, según las especificaciones del documento, cumplan y contribuyan al mejoramiento del clima laboral.
“Apoyar al grupo de bienestar y desarrollo del área de talento humano en la realización de actividades que promuevan estilos de vida saludable, a través de la práctica de actividades de acondicionamiento físico para los funcionarios de la entidad, con el fin de prevenir enfermedades, mejorando sus condiciones de calidad de vida”, se desprende del contrato.
Sin embargo, el padre Álvaro Duarte Torres tendrá otras funciones específicas: “Apoyar las actividades de fortalecimiento de principios y valores, organizadas por el grupo de bienestar y desarrollo, en las que participen los servidores públicos y sus familias. Proponer y acompañar al grupo de bienestar y desarrollo en los espacios de interacción entre los servidores públicos de la entidad”.
Deberá: “Promover el desarrollo de actividades que mejoren la calidad de vida de los servidores públicos y sus familias, propendiendo en todo momento por el desarrollo personal intelectual para la toma de decisiones y soluciones de problemas. Brindar un espacio de orientación a los servicios públicos del departamento administrativo la presidencia de la República que lo requieran”.
“Apoyar en el desarrollo de actividades organizadas por el área de talento humano, tendientes a lograr la integración y el trabajo en equipo de los servidores públicos”, se desprende del contrato.
Política de austeridad
Hace varios días, Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, dijo que el objetivo de su gestión en esa área es materializar políticas de austeridad que reduzca el gasto exagerado que, según él, había en la Casa de Nariño.
Otro de los elementos que llaman poderosamente la atención es que el contrato, que inclusive se encuentra en el Secop, se hizo por medio de la figura de prestación de servicios y de manera directa.
Hace varías días, señaló Lizcano que se habían congelado de manera oficial 100 vacantes que tenían sueldos altos en la Casa de Nariño.
Lizcano, a su vez, aseguró en esa ocasión que en el proceso de reestructuración de la Presidencia de la República no se eliminaron los cargos o puestos de trabajo de bajos salarios, con el objetivo de no afectar la estabilidad laboral de un amplio personal del Palacio de Nariño.
“Los 120 cargos eran vacantes y están congelados, esos 100 son realmente congelados, es decir, cargos que no proveímos y que vamos a eliminar”, indicó Lizcano.
Y puntualizó el alto funcionario del Gobierno nacional: “20 son de personas que renunciaron o que ya no están con nosotros en razón de que son de altos salarios, para que la gente lo tenga claro, aquí no estamos tocando de bajos ingresos, o de personal administrativo, ni secretarías, ni conductores, ni auxiliares de servicio”.