Uno de los discursos que ha pronunciado reiteradamente el presidente Gustavo Petro es sobre la necesidad de acelerar la transición energética para no depender de hidrocarburos, en los cuales ha lanzado pullas contra la producción de petróleo y carbón.
Este 1 de septiembre, el jefe de Estado, en un diálogo social con empresarios de Bucaramanga en Santander, lanzó una alerta sobre el petróleo, fue directo en asegurar que “está de muerte lenta”, o quizá “no tan lenta”.
“La muerte lenta del petróleo y quizás no tan lenta como van las cosas. Un mundo que el señor Secretario General de Naciones Unidas describió muy bien como que ya es un mundo en ebullición”, sostuvo Petro.
Y añadió: “Pero no ebullición por los alzamientos populares y las revoluciones, sino ebullición porque se está calentando de tal manera que ya literalmente se queman regiones enteras, islas, millones de hectáreas como en el caso de Canadá y con toda certeza problemas que han venido aquejándola al territorio colombiano cada vez de manera más profunda y cada vez para nosotros de manera más costosa”.
“En diciembre pasado estábamos con el agua hasta el cuello y ahora se anuncia que el agua no va a estar, etc. Entonces las instituciones colombianas que se han construido para resolver este tipo de problemas se quedaron pequeñas, en realidad no funcionan”, advirtió el mandatario colombiano.
Continuó con su discurso: “Uno no puede entender cómo ante un desastre como el de Mocoa, no recuerdo bien la fecha exacta, hace varios años, a la fecha nos ha construido una casa. Y lo que es peor, no se han hecho las obras que impidiesen que se volviera a repetir el problema, que indudablemente se va a volver a repetir”.
“Entonces estamos ante una incapacidad que no solamente es de recursos financieros, que lo es, sino de concepción misma de la institucionalidad. La UNGRD, ¿cómo se llama eso? Se construyó, en primer lugar, fue para atender emergencias, es decir, ya cuando se produce el desastre. Y no para gestionar el riesgo, que significa es prevenir que no ocurra el desastre”, insistió.
Además, dijo el presidente Petro en el recinto: “No porque no vaya a haber lluvia, sino porque la población que está en algún territorio en circunstancia de peligro, de riesgo, pues se pueda reubicar hacia zonas con menor riesgo”.
“Eso es una tarea que incluso los POTs están obligados a tener en cuenta, pero que en realidad ni siquiera los POTs se firman en los municipios, ni mucho menos estos temas que tienen que ver con los mapas de riesgo, la prevención, y por tanto evitar que aparezcan muertos cuando es evitable en muchas regiones del país”, aseguró.
Exploración de petróleo y gas: “den resultados y hablamos de nuevos contratos”, el duro mensaje del ministro de Hacienda a la industria extractiva
Con la cifra de 17 millones de hectáreas concesionadas para realizar exploración y tratar de encontrar petróleo y gas, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sustentó el mensaje que ha venido posicionando el Gobierno, y es que no está negando la posibilidad de exploración, sino que “hay que usar primero lo que tenemos y dar resultados”.
Las grandes preocupaciones en Colombia, alrededor de la idea de no exploración de nuevas fuentes, es que el país necesita garantizar el autoabastecimiento y asegurar los ingresos públicos procedentes de la explotación de los recursos del subsuelo, mientras se migra a otra forma de actividad productiva.
El destape de estadísticas, según las cuales el país no tendría reservas de petróleo y gas para más de ocho años, avivó la incertidumbre, por lo que desde varias instancias del Estado se ha ido sustentando que no es con nuevos contratos de exploración que se garantizará la producción de los combustibles.
Durante el debate que convocó la Comisión Quinta de Cámara que se llevó a cabo esta semana, con el objetivo de abordar el inconformismo que reina en el país con el incremento en el precio de la gasolina, quien puso los argumentos fue el ministro de Hacienda.
El funcionario recordó que en el país hay un total de 452 contratos de hidrocarburos vigentes, de los cuales, 202 son de exploración y 250 son de explotación (es decir, ya están dando frutos).
Cuando este gobierno llegó a la Casa de Nariño, había 40 contratos en los que no se hacía exploración, por lo que hizo un llamado a que los usen.