En medio del fuerte debate que se registra en el Congreso de la República por la polémica reforma a la salud que radicó el Gobierno del Pacto Histórico, siguen conociéndose voces que han criticado abiertamente esa iniciativa.
Es el caso de 20 exministros de Salud que firmaron un documento en el que expresan sus más profundas preocupaciones sobre los alcances de la controversial reforma, el cual llamó la atención del presidente Gustavo Petro desde Dubái.
“Leo este comunicado y me sorprendo. ¿Quién dijo que los actuales pacientes graves van a regresar a los Caps? Todos siguen sus actuales tratamientos médicos en las mismas clínicas y hospitales. Lo único que cambia es que se les pagará directamente a esas clínicas y hospitales según su facturación auditada”, posteó Petro.
También señaló en su cuenta personal de X: “El sistema preventivo encontrará a esas mujeres con cáncer de mama de manera temprana, cosa que no hicieron los firmantes cuando fueron ministros para disminuir la mortalidad”.
“Estos mismos firmantes saben que se puede votar en bloque artículos, ellos mismos lo propusieron en el Congreso muchas veces, de eso soy testigo. El proyecto de ley lleva un año ya de discusión, mucho más que la Ley 100 que defienden y que nosotros pretendemos reformar”, insistió el mandatario colombiano.
Uno de los apartes del documento de los exfuncionarios indica: “¿Podrá el Centro de Atención Primaria en Salud (Caps), que propone el Gobierno nacional, gestionar y asegurar la continuidad de esos tratamientos vitales? ¿Cómo responderá el Estado cuando la Adres se vea sobrepasada por la gestión de millones de facturas anuales, y los retrasos en los pagos amenacen la sostenibilidad de nuestros hospitales? ¿Y qué pasará con el medio millón de colombianos que enfrenta algún tipo de cáncer u otra enfermedad grave y que lucha día a día junto a médicos y enfermeras para salvar sus vidas?”.
Y señalan: “La mayoría de los representantes a la Cámara han aprobado artículos en bloque, sin mayor análisis, sin discusiones basadas en la evidencia técnica y científica, sin escuchar y atender a las voces expertas que se han manifestado públicamente en contra, y han señalado los inconvenientes y las contradicciones de los textos contenidos en el mencionado proyecto de ley. La manera como se ha llevado a cabo la votación, en especial en los últimos días, falsea lo que debe ser un diálogo democrático, amplio y transparente como el que necesita una reforma a un sistema que protege y regula un derecho fundamental como el de la salud”.
Además, uno de los puntos que ha generado angustia en los 20 exministros lo expresaron en el documento: “Desaparece el aseguramiento: si se aprueba la reforma a la salud, las cuatro funciones esenciales de las EPS quedan dispersas en hospitales públicos de mediana y alta complejidad, Secretarías de Salud, Adres y MinSalud, y en los CAPS (entidades que no tienen el conocimiento, las capacidades ni la experiencia, lo que pone en riesgo la continuidad, oportunidad e integralidad de la atención), lo que lleva a una desarticulación del sistema y refleja poca claridad de cara a las personas que deberán moverse por el sistema a través de múltiples instituciones que no tienen precisas sus nuevas responsabilidades y funciones”.