Justo cuando los bogotanos por fin veían la luz al final del túnel en medio de la eterna discusión por el Metro de la capital, una promesa que se ha aplazado por más de 30 años, revivió una vieja polémica política que dejó el futuro de la megaobra en el limbo.
Si bien desde hace varios días venía la discusión entre el presidente Gustavo Petro, quien considera que el Metro debe ser subterráneo, y la alcaldesa Claudia López, quien argumenta que hay que seguir con el tramo elevado que ya está contratado, los ánimos se caldearon desde hace dos semanas, cuando el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, aseguró que si el Distrito no accedía a los cambios que proponía el Gobierno, se pondría en riesgo la financiación de otras obras.
A partir de allí todo fueron declaraciones de un lado y del otro, en medio de un duro pulso político, en el que ninguna de las partes cedía. Sin embargo, este jueves, Petro y López tuvieron un encuentro en el que lograron tender un puente.
El diálogo se dio en el marco de la Cumbre de Asocapitales, que se llevó a cabo en San José del Guaviare, al que asistió Petro.
“Hemos llegado al Pacto de la Orinoquia, al Pacto de San José del Guaviare, entre la alcaldesa y el presidente alrededor del tema del Metro. A mí sí me gustaría que se llamara el Pacto de San José del Guaviare. Eso implica unas profundidades jurídicas y técnicas que quiero que el Estado en su conjunto respeten, porque se trata de entregar el mejor Metro posible hoy con los recursos que tenemos a la sociedad bogotana que ha esperado casi un siglo”, manifestó.
Recordó que la demora en el Metro bogotano ha ocurrido por años de discusiones y circunstancias difíciles, como cuando quemaron, los que llamó “algunos gobiernos filofascistas, la idea del Metro que eran los tranvías eléctricos, que en ese entonces existían”.
En concreto, según explicó la alcaldesa Claudia López, el pacto al que se llegó con Petro es el de reactivar las mesas técnicas entre Gobierno nacional y Distrito con el fin de llegar a consensos.
“Para el mejor futuro del Metro acordamos retomar las mesas, que sean el único canal de diálogo, y acatar sus recomendaciones cuando las presenten. El Metro será técnico y de ciudad no de controversias políticas”, indicó la alcaldesa.
Si bien aún no está claro el futuro que tendrá la obra, este acuerdo implica que se dejarían a un lado las diferencias políticas para que entre las dos instancias del Estado se sienten a encontrar salidas.
Estudios para otros metros
El jefe de Estado confirmó que el Gobierno apoya la realización de estudios de viabilidad para los sistemas metro en Cali y la subterranización de algunas estaciones del de Medellín.
“Hacer los estudios y dejarle como regalo a la ciudad de Cali los estudios de su primera línea de metro. Otros gobiernos, allá y acá, lo terminarán de acuerdo a las condiciones presupuestales”, dijo.
Agregó que también será un regalo para la ciudad de Medellín los estudios para la subterranización de su tramo central. “Como estudio, ojo, como estudio; que es lo que alcanzaríamos a hacer. Seguramente el Metro de Medellín recobraría mucha vitalidad si su tramo central va bajo tierra”, puntualizó.
El presidente les planteó a los alcaldes y alcaldesas de Asocapitales que la transición energética para el cuidado del medioambiente y enfrentar la crisis climática pasa, además, por el cambio de los sistemas de buses con diésel a los eléctricos.
“Los buses a diésel son costosos por la operación y debemos pasar a transporte eléctrico (…) Hoy los ‘trolley’ son supermodernos y también hay tranvías eléctricos. Eso tendría un costo inicial alto, donde hay que poner la red eléctrica, pero son operacionalmente más baratos, es decir, su relación con la tarifa disminuye”, dijo.
Por eso planteó que reformar esas troncales existentes hoy de buses diésel en tranvías o en buses ‘trolebús’ ayudará a mitigar la crisis climática y hacer sostenible el sistema.