Le metió presión, el presidente de la República Gustavo Petro, al nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros Germán Bahamón, sobre la participación en la entidad de las bases de los campesinos cultivadores del café.
El mandatario colombiano advirtió que si la entidad no cede a una reestructuración, puso sobre la mesa la posibilidad de ordenar que se acabe el contrato del Fondo Nacional del Café, al advertir que se trata de un recurso público.
“Pero allí entonces tenemos la existencia, que también viene del pasado, de un contrato entre el Gobierno y la Federación de Cafeteros que maneja un recurso público, el Fondo Nacional del Café. Que unas veces tiene más plata”, sostuvo Petro.
Y agregó en su declaración: “¿Qué hacemos con ese contrato? Ese contrato va a finiquitar, tiene una fecha de terminación. ¿Podemos? Porque Santos nos enseñó cómo se hace, porque lo hizo con el Fondo Nacional Ganadero, que también era un recurso público que administraba Fedegán”.
“¿Hacemos lo mismo? Voy a dejar esto como puntos. Si la Federación de Cafeteros no se reestructura de acuerdo a la base cafetera, se acaba el contrato del Fondo Nacional del Café con la Federación”, anotó el jefe de Estado.
Sumado a ello, una difícil situación está presentando el mercado del café colombiano. Sobre ese escenario, el presidente de la República, Gustavo Petro, realizó una particular declaración que encenderá la polémica y desataría un profundo debate en varios sectores políticos del país.
En la declaración que dio el jefe de Estado desde Pitalito, en el departamento del Huila, habló de manera directa sobre el café y el extinto máximo capo del narcotráfico Pablo Escobar, quien con sus sangrientas acciones criminales dejó una estela de terror en varias regiones del país.
“Colombia y café se volvieron sinónimos, eso cambió, indudablemente: si uno va a cualquier esquina de alguna gran ciudad del mundo, lamentablemente no le dicen café, sino Pablo Escobar”, sostuvo Petro.
Y agregó en su discurso: “Pablo Escobar reemplazó el café, simbólicamente, porque en estos últimos 50 años las riquezas fueron otras, la ilegal -que conocemos- y las legales se volvieron petróleo y carbón, las tres funcionan de la misma manera, las tres”.
“Una ilegal, las otras legales, pero son capturas de renta por los altos precios internacionales, varias veces por encima que el costo de producción, lo que generan es una transferencia de riqueza del mundo que consume esos productos hacia el país, las tres funcionan de la misma manera: la cocaína, el petróleo y el carbón, por esto me van a levantar mañana en la prensa”, anotó Petro.
Por otro lado, la Federación Nacional de Cafeteros reveló -hace varias semanas- que al cierre de junio, se calcula que las importaciones de café disminuyeron en un 30 % respecto al año anterior, pasando de 141.000 sacos en junio 2022 a 99.000 en 2023, lo cual representa 42.000 sacos menos.
Sin embargo, en el acumulado de los últimos 12 meses las importaciones se mantienen en niveles superiores a los vistos en el mismo periodo del año anterior.
Por otro lado, la producción registrada de café de Colombia, mayor productor mundial de arábigo suave lavado, aumentó 1 % en el mes de junio, pasando de 951.000 sacos de 60 kg en 2022 a los 956.000 sacos registrados en el mismo mes de 2023.
No obstante, en los últimos 12 meses, ha caído un 13 % pasando de 12,3 millones de sacos a 10,7 millones, como resultado de las variables climáticas que afectan la producción de café, las cuales no fueron favorables para los procesos de floración y llenado de grano en la zona cafetera del país.
En el acumulado, entre julio 2022-junio 2023, las exportaciones alcanzaron los 10,5 millones de sacos, un 16 % menos respecto al volumen visto en el mismo periodo del año pasado.