Luego de la tormenta llega la calma, ese es el propósito que tiene el Gobierno nacional del Pacto Histórico tras la crisis que se registró en la mesa de paz con la guerrilla del ELN, que había dejado incertidumbre sobre los diálogos y en ese sentido el presidente Gustavo Petro dio por superado el mal momento con ese grupo subversivo.
El jefe de Estado reveló que ahora el paso a seguir y la prioridad en la mesa, cuyo ciclo avanza en la Habana (Cuba), es el de lograr un cese al fuego regional, que permita desescalar el conflicto y aliviar a la población afectada por la violencia.
Por medio de su cuenta de Twitter, el mandatario colombiano destacó que en las conversaciones de paz con el ELN debe primar la confianza entre ambas partes para continuar con los diálogos, los cuales afirmó que siguen avanzando.
“Sigue adelante el proceso de paz entre el ELN y el Estado. La posibilidad de un cese al fuego regional que incluya el cese a las hostilidades a cualquier sector de la sociedad civil es nuestro propósito para que avance y genere la confianza base de la paz y la reconciliación”, trinó Petro.
Meses después de la instalación de los diálogos de paz, la delegación del Gobierno de Gustavo Petro reconoció las bases del grupo armado del ELN, las cuales corresponden a una organización armada.
Por medio de un comunicado de prensa, el Alto Comisionado para la Paz junto con la Delegación de Paz del Gobierno nacional dieron a conocer una serie de consideraciones correspondientes a los diálogos que se han venido llevando a cabo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En primer lugar, señaló que el Gobierno de Colombia reconoce al ELN en su carácter político como una organización armada rebelde, así como la aplicación del DIH en la confrontación que el Estado todavía sostiene en las regiones contra el grupo subversivo.
“Este reconocimiento queda plasmado en la arquitectura institucional de la actual Mesa de Diálogos de Paz, que al día de hoy ha adoptado nueve acuerdos políticos”, indicó el alto comisionado al hacer énfasis en lo logrado en el Acuerdo de México, el cual contiene los seis puntos de la agenda.
Adicionalmente, la entidad declaró que la mesa de diálogo está soportada jurídicamente por la Constitución y el orden legal de Colombia, aparte del reconocimiento internacional por parte de los países garantes y acompañantes del proceso y Naciones Unidas. Con respecto a la ONU, el alto comisionado señaló que el Consejo de Seguridad ha depositado instrumentos y documentos que demuestran los avances del diálogo de paz.
En materia de política de seguridad, defensa y convivencia ciudadana, la entidad señaló que estas están basadas bajo los principios de seguridad humana, priorizando la protección de la vida, personas de la naturaleza y las libertades de los ciudadanos.
Esta declaración es la respuesta a los señalamientos hechos por el ELN, los cuales afirmaron que la mesa de diálogo estaba en crisis. La organización sostuvo que las negociaciones no pueden depender de cada declaración que da el mandatario Gustavo Petro.
Por medio de un comunicado, la organización insurgente declaró que “los diálogos de paz no pueden estar sometidos a los vaivenes en las declaraciones públicas del presidente que, al final, desconoce a la Delegación del Gobierno, a los países garantes, a los acompañantes permanentes y a los países acompañantes”.