El presidente de la República, Gustavo Petro, le mandó este jueves un mensaje directo a la alcaldesa Claudia López y al consorcio chino a cargo de la megaobra del metro de Bogotá; reveló que espera que la devaluación del peso le permita aplicar las profundas modificaciones que quiere hacerle a ese proyecto.
Por medio de su cuenta de Twitter, nuevamente hizo mención a ese sistema masivo de transporte al señalar que no aceptó la opción planteada por los chinos de que el tramo subterráneo sea desde la calle 72 hasta la calle 100.
“No acepté propuesta de extender el metro de Bogota hasta la calle 100, solo dejando subterráneo el trayecto calle 72 a la calle 100, porque además de ser socialmente segregadora, es el tramo donde precisamente si se puede hacer elevado por la gran distancia entre las aceras”, trinó Petro.
Y agregó en otro mensaje que publicó en esa red social: “El proyecto en estudio sí permite un tramo subterranizado entre la carrera 50 de la Primero de Mayo hasta la Caracas, continuando por toda la Caracas hasta la calle 72. No cambia trazado y usa el estudio fase 3 del tramo de la Primero de Mayo que hizo mi alcaldía”.
“En este tramo las vías son muy angostas y un tramo elevado desvaloriza por completo el entorno y toda la ciudad”, explicó el jefe de Estado.
También dejó claro en su exposición sobre su interés en ese proyecto: “Analizaremos si la devaluación del peso y la situación financiera nos permiten el tramo subterráneo de la calle 72 hasta Occidente en Suba. Ojalá se pueda”.
Futuro del metro de Bogotá sigue enredado
Más de cuatro horas duró la reunión en la Casa de Nariño entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López, que se llevó a cabo el miércoles de esta semana, en donde se abordó a profundidad el futuro del metro de Bogotá.
La mandataria distrital reveló que el consorcio chino encargado de la megaobra le advirtió al jefe de Estado que cualquier cambio en el objeto del contrato “no es viable” y traería consigo un “alto riesgo jurídico”.
Al término del encuentro de alto nivel, la alcaldesa Claudia López fue enfática en manifestar que la administración distrital no tiene más recursos económicos para soportar una adición presupuestal al megaproyecto del metro.
De la misma manera, López anunció que se instalará, con carácter urgente, una mesa jurídica con el Gobierno Nacional, para analizar a profundidad los alcances de aplicar una modificación al diseño original contratado para el metro. La alcaldesa reveló que el presidente Gustavo Petro tiene dos conceptos, pero no quiso entregar detalles de los mismos.
“El consorcio chino le entregó el informe al presidente Petro con cinco opciones que analizó, de las cuales recomendó una, tengo por viabilidad técnica, económica y financiera, que es la extensión de la primera línea del metro de la calle 72 a la 100 subterránea en tres estaciones adicionales y 3.9 kilómetros adicionales”, sostuvo Claudia López.
Y agregó: “Esa opción la recomienda el concesionario por razones jurídicas y porque considera que no modifica el objeto del contrato y no superaría el 50 % del valor original del contrato e integraría mayor demanda de pasajeros”.
“El presidente Petro escuchó las cinco opciones e hizo una contrapropuesta, nos ha pedido que continuemos con las mesas de trabajo, las cuales vamos a continuar, el presidente solicitó dos conceptos jurídicos, según los cuales sí se podría modificar el objeto del contrato”, señaló la alcaldesa.
Sin embargo, lanzó una advertencia: “El análisis que hace el consorcio chino es que no se puede o que sería muy riesgoso modificar el objeto del contrato, como hay dos versiones jurídicas contrapuestas y como no conocemos los conceptos jurídicos, hemos acordado continuar la conversación con mesas de trabajo”.
“El concesionario insistió que no es jurídicamente viable cambiar el objeto del contrato, que de hacerlo se cambiaría las reglas de selección de la licitación y que eso genera muchos riesgos jurídicos y hay dos conceptos del presidente que dicen lo contrario”, insistió la alcaldesa de Bogotá.
¿Qué opina el exalcalde Peñalosa?
Enrique Peñalosa compartió sus impresiones acerca de la posibilidad de que el Metro de Bogotá sea subterráneo, en lugar de elevado, como él lo dejó contratado antes de que acabara su segunda administración de la capital del país. Todo depende de la reunión entre la alcaldesa Claudia López y el presidente Gustavo Petro para evaluar las alternativas propuestas por el consorcio chino Metro Línea 1.
El consorcio chino realizó la evaluación solicitada por el jefe de Estado el pasado noviembre y, ahora, puso sobre la mesa cinco principales propuestas para modificar el trazado y la tipología de la primera línea del metro. Dependiendo del acuerdo al que lleguen Claudia López y el presidente Petro, se estima que podría implicar hasta 15 billones de pesos más.
En ese escenario, Peñalosa, que ha rechazado la petición de Gustavo Petro de contemplar que parte o la totalidad del trazado del Metro sea subterráneo, como soñó desde que fue alcalde de Bogotá, se pronunció la tarde de este 23 de enero.
“Los colombianos juzgarán si les parece correcto pagar más de $15 billones y demorar varios años el proyecto por el capricho frívolo de Petro de soterrar parte de la línea de Metro en construcción. Recordemos que el 33 % del Metro de Nueva York y el 55 % del de Londres son elevados”, expresó Peñalosa.
El exalcalde también planteó que, en caso de que sea solo una parte del trazado la que se deje subterránea, serán los residentes de la capital quienes con el tiempo le den la razón a él, cuya apuesta fue por una infraestructura elevada, o al presidente Petro, que quiere lo contrario.
“Si parte de la línea del Metro que contratamos se cambia a subterránea, los pasajeros podrán comparar (además de los costos) y decidir si les parece más seguro y agradable viajar en el tramo elevado, con luz natural, viendo la ciudad, o en el tramo subterráneo”, afirmó.
Quizá debido al paro nacional que está convocando la oposición para el 14 y el 15 de febrero, contra las reformas que el Gobierno piensa radicar en el Congreso, Enrique Peñalosa afirmó que si los colombianos entendieran lo que implica cambiar el Metro de elevado a subterráneo, también saldrían a manifestarse en las calles.
“Si los ciudadanos de las regiones más pobres de Colombia entendieran la enormidad de los $15 billones que costaría soterrar parte del Metro, marcharían para oponerse y lograr que más bien se inviertan en sus departamentos”, concluyó.
Por último, Peñalosa además arremetió contra la alcaldesa, afirmando que, contrario a lo que hizo él con la primera línea del Metro, no va a contratar la segunda.