El presidente de la República, Gustavo Petro, realizó una profunda reflexión sobre la política de paz total que ha venido liderando su gobierno, frente a los recientes hechos violentos que han teñido de sangre varias regiones del país, especialmente en Putumayo, Arauca y Cauca.
En un discurso que dio el mandatario colombiano, visiblemente molesto por la sangrienta emboscada que se registró en Cauca, por disidencias de las Farc y en la que murieron cuatro militares en zona rural del municipio de Buenos Aires, el jefe de Estado se despachó y habló sobre la eficacia que debe tener un proceso de paz.
En su declaración, fue directo y entregó un mensaje a los grupos criminales armados al margen de la ley y aclaró que su gobierno, al momento de tener como política buscar la paz, “no está dando permiso para que traqueteen” esas estructuras ilegales. Tampoco está dando licencia para que se agudice la violencia en el país, situación que, según Petro, no va a tolerar.
“Tiene que haber una voluntad de paz, no puede en la mente de las personas que hoy ejercen violencia haber un espacio creyendo que una opción de diálogo es una opción para aprovechar en el sentido de aumentar las condiciones de construcción de una economía ilegal”, sostuvo Petro.
Señaló: “Nosotros no estamos dando permiso para traquetear, estamos dando permiso para acabar definitivamente la violencia y pasar a territorios como el caso de Buenaventura, [donde] se puedan consolidar como un espacio común de prosperidad, de dejar la exclusión del territorio”.
“Permisos para pasar a una vida en la que se pueda colaborar precisamente en el esfuerzo común de construir una nación, no es para preparar las condiciones militares por medio de las cuales entonces se aprovecha la debilidad o el error de la contraparte para matar jóvenes”, anotó Petro en medio de la ceremonia de ascensos al grado de subtenientes del Ejército Nacional.
Sangrienta emboscada contra el Ejército
En el departamento del Cauca, exactamente en la vereda Munchique, del municipio de Buenos Aires, se reportó este martes 6 de diciembre un ataque armado. En medio de una emboscada de las disidencias de las Farc Jaime Martínez al Ejército, cuatro soldados resultaron muertos y seis heridos, mientras que siete se encuentran desaparecidos.
Según el informe oficial del Ejército, el hecho se registró a las 2:55 a. m., cuando recibieron el reporte de hostigamiento y posterior ataque en el sector donde se encontraban; sin misericordia, las disidencias arremetieron contra los soldados con disparos de fusil, tatucos y granadas.
Al respecto, se pronunció el presidente Gustavo Petro, quien ante la ola de violencia que se registra en el departamento del Cauca tomó la decisión de convocar un consejo de seguridad extraordinario para revisar con la cúpula militar y de Policía con lupa la situación que se presenta en esa región del país y que tiene atemorizada a su población.
Incluso, otro hecho de violencia que se reportó recientemente ocurrió en zona rural del municipio de Santander de Quilichao (Cauca), donde dos hombres fueron atacados con arma de fuego. Los disparos provocaron la muerte de uno de ellos y dejaron herido al otro.
Sujetos armados llegaron hasta la Vereda San Antonio, los interceptaron y abrieron fuego de manera indiscriminada. La víctima fue identificada como Camilo Sthewart Lucumí Camilde, de 32 años.
Rápidamente, tras el atentado sicarial, se regó el rumor de que el hombre asesinado era hermano de un reconocido jugador de fútbol profesional que incluso ha jugado con la Selección Colombia.
Se trata del futbolista Kevin Balanta Lucumí, quien tuvo un largo paso por el Deportivo Cali en el que se coronó campeón del campeonato nacional en 2015, y que actualmente milita en el Querétaro de México.