Este jueves 6 de junio, el presidente de la República, Gustavo Petro, en un extenso mensaje que publicó en sus redes sociales, volvió a centrar su atención en un supuesto “golpe” a su gobierno del llamado cambio.
El jefe de Estado aseguró que el que denominó “sindicato del pasado”, haciendo referencia a los expresidentes Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, según él, ha querido desviar la discusión sobre la constituyente a una reelección.
“La tensión generada con la convocatoria al poder constituyente del pueblo colombiano para producir los cambios y transformaciones que el país necesita se ha combatido desde la extrema derecha y el llamado ‘sindicato del pasado’ con la figura mentirosa de la reelección presidencial”, posteó Petro.
Y agregó en su complejo análisis: “Creo que hay que desnudar el debate: lo que se pretende es pensar que la paz se puede alcanzar sin cambio alguno. Sin modificar el poder, ni la economía, ni el territorio, ni la desigualdad”.
“Por eso ahora desdicen de su propio acuerdo firmado, o el del M-19, al que le prohíben ya sacar hasta sus banderas, tanto temor le tienen por su atracción popular, o al primer acuerdo con el ELN, o al de la misma Constitución”, dijo.
Además, expresó el jefe de Estado: “Quienes reformaron la Constitución en más de 50 ocasiones, quitando derechos y haciéndose reelegir, ahora dicen defenderla. Esta bipolaridad del ‘sindicato del pasado’ tiene que ver en realidad con que todos los acuerdos de paz mencionados, incluido el principal: el de la Constitución, proponen acuerdos para cambiar, no para dejar las cosas como están. El problema es el cambio, no la reelección”.
“Por eso, cuando en los últimos 41 años, desde una propuesta de Bateman pidiendo un diálogo nacional desde las selvas del Caquetá en 1982, hasta hoy, se ha repetido permanentemente la palabra ‘paz’”, insistió.
Continuó: “La paz ha sido una idea fuerza fundamental del pueblo colombiano, una idea constituyente de la nación. Pero al mismo tiempo, en la mentalidad oligárquica y antidemocrática del país se ha repetido en la práctica el mismo hecho: el incumplimiento a la paz”.
“El asesinato de Pizarro, el incumplimiento de la Constitución del 91 que los llevó a construir un inconstitucional modelo neoliberal de negocios con lo público en lugar de un Estado social de derecho; el entrampamiento a la paz de las Farc, con la cúpula de la Fiscalía promoviéndolo, y luego el incumplimiento de los puntos del acuerdo con las Farc: la reforma agraria, la transformación del territorio y la verdad judicial. Y ahora la andanada de algunos gremios contra el balbuceante primer acuerdo con el ELN, incluida la actividad filibustera del ‘sindicato del pasado’ para hundir las reformas propuestas por el programa de gobierno elegido por el pueblo, muestran tajantemente esta consigna ‘morronga’ propia de la cultura oligárquica en el país: engañar, traicionar la palabra, incumplir”, detalló.
Sumado a ello, manifestó en su cuenta de X: “Con engaños se ganaron hasta un plebiscito irracional. Un sector del pueblo votando contra la paz, votando contra sí mismo y sus hijos. Lograron un primer momento constituyente del pueblo después de 1991 contra la paz y por la violencia. Ahora se recogen los resultados. Sea como sea, la misma derecha convocó el poder constituyente contra el que ahora vociferan pidiendo golpe de Estado”.
“Claro, después del referendo y la victoria dudosa de Duque, el poder constituyente finalmente se expresó a favor del cambio. Por eso ahora no quieren el pueblo sino el golpe. Incumplen a la paz para que no existan cambios y puedan mantenerse en los puestos privilegiados del poder, los negocios, la contratación pública y la desigualdad”, anotó.
Dijo por último el presidente: “Lo único que se provoca con mantener las cosas como están no es la paz, sino una mayor violencia. Los adictos a la violencia, que son los mismos adictos al poder, no quieren cambios. Por eso es indispensable que el pueblo aparezca. El poder constituyente no es más que el pueblo aparezca y decida sobre sus derechos, sus sueños y su país”.