En el hotel Intercontinental de Cali se realizó una nueva sesión del consejo de ministros, el cual fue liderado por el presidente Gustavo Petro. En esa reunión de alto nivel se revisó de manera especial la agenda ambiental de la administración del llamado cambio.
El encuentro que es tradicional del Gobierno contó con la participación de todo el gabinete de ministros, el cual se desplazó a la capital del Valle del Cauca, en medio de la COP16, el evento más importante en materia de biodiversidad del mundo en el que participan más de 170 países.
La lucha que tiene el Gobierno contra el cambio climático es vital, tanto así que la intención que tiene el jefe de Estado es que Colombia tenga un paso acelerado a la transición energética, para que su producción y desarrollo no dependan más de las economías fósiles.
El domingo 20 de octubre, Petro arribó a Cali para participar de la apertura del evento multilateral en el cual se definirá una hoja de ruta sobre las acciones que permitan preservar el medioambiente en las próximas décadas.
En esa extensa intervención del mandatario colombiano, hizo una referencia especial sobre la inteligencia artificial y abrió el debate expresando la necesidad de que ese tipo de herramientas se implementen para la vida y no para la muerte.
De la misma manera, Petro puso sobre la mesa una iniciativa que ha repetido en varios escenarios internacionales, la cual tiene que ver con la estrategia para que sea una realidad, la posibilidad de disminuir la denominada la deuda externa de los países en desarrollo por la acción climática.
La reflexión del mandatario fue bastante aguda en su discurso de apertura al expresar que los dueños de la inteligencia artificial y “quienes desencadenan el colapso climático son los mismos. Son algunos ricos, megapoderosos de la tierra, que hoy sueñan con ser dueños de redes y de inteligencia sin vida, escaparse a Marte en sus naves de ensueño mientras dejan sus culpas en la tierra destruida”.
Por último, y desde el inicio de la COP16, el Gobierno nacional se comprometió a materializar la creación de zonas con “integridad ecosistémica y modelos regenerativos”. Se habla que para esa ambiciosa estrategia se deben transformar más de cinco millones de hectáreas en modelos sostenibles, para atacar el fenómeno de la deforestación, el cual tiene en alerta a las autoridades ambientales.