Más de una hora duró el sorpresivo encuentro en la Casa de Nariño entre el presidente Gustavo Petro y varios representantes de Wikileaks, en la cual se dialogó sobre la libertad de prensa y la defensa de la expresión en toda la región.

Petro sostuvo un diálogo directo con Kristinn Hrafnsson, editor general de Wikileaks, quien al término del encuentro de alto nivel señaló que el mandatario colombiano mostró su solidaridad por la situación puntual que está viviendo Julian Assange.

“Él (presidente Petro) será un portavoz, también nos ayudará a una colaboración con otros presidentes para poner presión en el gobierno Biden, yo estoy extremadamente feliz con el resultado de esta reunión”, sostuvo Hrafnsson.

Kristinn Hrafnsson editor general de Wikileaks. | Foto: Semana

Y agregó: “Es un comienzo bastante auspicioso para nuestra gira y también estoy contento de oír sobre su compromiso con la libertad de expresión y esto implica en todos los periodistas, esto también implica que si Julian Assange es extraditado, eso puede tener una implicación de que cualquier periodista en cualquier lugar del mundo también lo pueda ser”.

Situación de Assange

A mediados de año se conoció que el Gobierno británico confirmaba la firma del decreto de extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, donde se le acusa de una fuga masiva de documentos confidenciales.

“En virtud de la Ley de 2003 sobre la extradición, la ministra firmará una orden de extradición si no hay ningún motivo que la prohíba”, señaló en su momento un portavoz del Ministerio de Interior, confirmando que la titular, Priti Patel, había firmado el decreto de extradición de Assange.

Además, trascendió que los abogados estadounidenses del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, demandaron a la agencia de inteligencia CIA y su exdirector Mike Pompeo, a los que acusan de haber grabado sus conversaciones y copiado el contenido de sus teléfonos y ordenadores.

Julián Assange, fundador de Wikileaks en 2015. | Foto: AFP/ Niklas Halle'n

Los letrados y dos periodistas que se sumaron a la acción judicial, todos estadounidenses, denuncian que la CIA violó el derecho constitucional a la protección de las conversaciones confidenciales, en este caso con Julian Assange, que es australiano.

Dicen que la CIA trabajó con una empresa de seguridad contratada por la Embajada ecuatoriana en Londres, donde Assange vivía en ese momento, para espiar al fundador de Wikileaks, sus abogados, periodistas y otras personas con las que se reunía.

Cabe recordar que Assange fue detenido por la Policía británica en 2019 tras refugiarse durante siete años en la Embajada de Ecuador en Londres. Desde entonces está encarcelado en Belmarsh, cerca de la capital británica. El 17 de junio, el Gobierno británico anunció que firmó el decreto para su extradición a Estados Unidos, una decisión que fue recurrida por Assange.

Estados Unidos lo acusa de publicar documentos militares y diplomáticos estadounidenses en 2010 relacionados con las guerras de Afganistán e Irak, unos cargos por los que podría ser condenado a hasta 175 años de prisión.

Richard Roth, el abogado de Nueva York que representa a los demandantes, asegura que el presunto espionaje a los letrados de Assange implica que “se ha viciado, si no destruido”, el derecho del fundador de Wikileaks a un juicio justo.

“La grabación de reuniones con amigos, con abogados y la copia de la información digital de sus abogados y amigos vicia la persecución penal, porque ahora el Gobierno conoce el contenido de esas comunicaciones”, les dijo Roth a los periodistas en esa oportunidad.