El presidente Gustavo Petro pidió a los gobernadores del país avanzar en la adopción de políticas de prevención para mitigar el impacto del invierno, que, según dijo, se extenderá hasta finales de este año.

El mandatario indicó que “este es un tema que podríamos acordar, de cómo logramos en cada territorio afrontar la crisis climática, de manera que podamos prevenir el desastre y no asumir la política como una emergencia”.

“La preparación del territorio a la crisis climática no son solo las obras. Tengo que reconocer que siempre existe la misma tendencia a un paradigma de la ingeniería que está en cuestión, que es la creencia que se puede dominar el agua. Expertos mundiales hoy reconocen que no se puede”, señaló el jefe de Estado al intervenir en la Cumbre de Gobernadores ‘Un diálogo para la vida, la paz y el desarrollo’, que se realiza en Morelia, Caquetá.

Añadió que “la gravedad, la profundidad, la intensidad de momentos climáticos agudos va superando lo que la ingeniería cree que es una solución”.

Igualmente, aseguró que, ante esta situación, “se debe cambiar el chip”, al cuestionar la razón por la que en las diferentes crisis ambientales, como en las inundaciones que vivió el país en 2010 - 2011, se tomaron medidas, pero que las zonas afectadas son nuevamente golpeadas con emergencias por el invierno.

“Este es un problema de probabilidad, porque siempre son las mismas regiones y las mismas personas las que son víctimas una y otra vez. Hay un problema para afrontar que es la crisis para adaptarse a la crisis climática, porque esa población no debería asumir el riesgo permanente, debería mitigarse”, aseveró.

Agregó que “no es posible que un barrio se siga manteniendo en un lugar en donde permanentemente va a ser inundado, la gente cree que un muro es suficiente y así sucesivamente. Aquí hay que hacer un esfuerzo con la pedagogía ciudadana sobre lo que significa la crisis climática y con la capacidad institucional del estado para afrontarla”.

Situación en San Andrés

El presidente Petro insistió a los hoteles de San Andrés abrir las puertas a los habitantes de la isla como refugio ante la llegada este sábado de la tormenta tropical Julia.

El mandatario señaló que “he pedido que la cadena hotelera que abra sus puertas para el refugio. No entrenaría como en San Andrés, donde la actividad turística es el gran negocio con capitales fuertes, no se pueda negar abrir las puertas cuando la población que es la verdadera propietaria de la isla tiene una crisis de vida existencial como la que va a sentir hoy”.

“Ese es el tema de la solidaridad humana. Ojalá mañana podamos asistir y no tener un balance demasiado ingrato”, dijo el jefe de Estado.

Sacar a los campesinos de la cadena del narcotráfico

De otra parte, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se sume con aportes efectivos a la construcción del Fondo Multilateral de la Selva.

De acuerdo con el mandatario, este Fondo permitirá la financiación de programas de sustitución de cultivos ilícitos que les brinden mejores condiciones de vida a las poblaciones y sacar a los cultivadores de hoja de coca de la cadena del narcotráfico, convirtiéndolos en revitalizadores de la selva, pulmón del mundo que es trascendental para supervivencia de toda la humanidad frente a los retos del cambio climático.

“Ya Noruega propuso 40 millones de dólares. Si logramos la meta, que son 500 millones de dólares anuales, pero durante dos décadas, he ahí la complejidad, podríamos tener la palanca financiera que se tendría que transformar simplemente en que la población de la zona amazónica pueda vivir bien, quizás más dignamente, cuidando la selva, permitiendo que se revitalice, transformando ciertas actividades muy depredadoras, en actividades que contemplen la existencia de la selva, como la bioeconomía”, destacó.

Igualmente, recalcó que se trata de transformar al “campesino productor de hoja de coca en un revitalizador de la selva”, para lo cual se le debe dar facilidades para la sustitución, por ejemplo, en materia de agroindustria, vías y conectividad, necesidades sentidas en regiones como el departamento del Caquetá, que es uno de los ejemplos de zonas que han afrontado un proceso de colonización forzada.

En este contexto, reiteró que “el campesino productor de hoja de coca no es un criminal”, tal como “se lo dijimos a los altos funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos”.