A través de una publicación en su cuenta personal de X, antes Twitter, el presidente de la República Gustavo Petro rechazó el vil asesinato del director de la cárcel La Modelo en Bogotá, el coronel (r) Élmer Fernández.

En el mensaje, el jefe de Estado reveló que el director de ese centro carcelario estaba adelantando una misión de impartir disciplina en el penal.

De la misma manera, el mandatario colombiano señalo que también estaba cumpliendo órdenes sobre requisas aleatorias en la cárcel La Modelo.

“El coronel Fernández, director de la cárcel La Modelo, había asumido el 4 de abril y estaba cumpliendo las órdenes de impartir disciplina y haciendo requisas aleatorias. Hoy es asesinado vilmente”, posteó Petro.

Y avanzó: “Se estableció plan candado en Bogotá y se hará un consejo de seguridad extraordinario para establecer medidas para todas las cárceles del país. Un abrazo y solidaridad con toda su familia”.

El caso

En los últimos minutos, SEMANA logró establecer que el director de la cárcel La Modelo, Élmer Fernández, fue asesinado luego de salir de ese centro penitenciario, en inmediaciones de la calle 80 con carrera 30. Las primeras hipótesis apuntan al peligroso ‘Pipe Tuluá’, quien comanda el grupo Mago (Muerte a Guardias Opresores) y a unos panfletos que habrían llegado contra el funcionario por parte de un hombre que se identificó como ‘Pedro Pluma’.

Sumado a ello, el dragoneante Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), denunció a través de su cuenta de X que “entre mejor labor se hace el trabajo en @INPEC_Colombia más víctimas son asesinadas. Hoy la víctima fue el coronel Élmer Fernández, director de la cárcel La Modelo, habíamos advertido las amenazas”.

Director Élmer Fernández Velasco Asesinado, panfletos | Foto: COLPRENSA ©

Pero eso parecía la crónica de una muerte anunciada, pues desde el pasado jueves 9 de mayo se conoció una grave situación que se habría presentado a las afueras del establecimiento carcelario que terminaron impactando en una pared y se conocieron aterradores panfletos “de parte de Pedro Pluma del patio cuarto para el director, que si vuelve a meter requisa para el patio le mato a la familia. Para que vean que yo sí tengo poder y si me trasladan le mato a la familia”.

Por ahora, no se tiene conocimiento de quién es ‘Pedro Pluma’, pero en la escena también entra el peligroso Pipe Tuluá, comandante del grupo Mago (Muerte a Guardias Opresores), quien ha amenazado con descaro a los integrantes del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec).

Vehículo en el que fue asesinado Élmer Fernández Velasco, director de la cárcel La Modelo. | Foto: Suministrado a Semana

A renglón seguido, SEMANA conoció que cuando alias Pipe Tuluá llegó a la cárcel La Picaleña, en Ibagué, gritó a voz en cuello: “Espero que la guardia tenga claro quién soy yo, llegué a mandar como lo he hecho en todas las cárceles y espero que nadie se meta en mi camino porque no temblará la mano para seguir matando guardianes. No me importa si tengo que matar capitanes, cabos, dragoneantes”.

Pero el colmo es que este peligroso sicario, que ha sido trasladado de prisión ante las constantes amenazas, sigue llegando a otras cárceles con lujos y prepotencia. A la cárcel La Picaleña llegó con más de 120 artículos inventariados, que fueron entregados por la esposa de este criminal, Patricia Guzmán Enríquez. Este documento, firmado por la directora encargada del penal, Liliam Patricia Rubio Escalante, es la prueba.

Vehículo en el que fue asesinado Élmer Fernández Velasco, director de la cárcel La Modelo. | Foto: Suministrado a Semana

Lo cierto es que la incertidumbre hoy embarga a los cientos de funcionarios de las cárceles del país con la oleada de violencia que se ha desatado contra ellos. Los guardias siguen alertando la grave situación de seguridad que corre tras ellos y la gran pregunta que queda en el ambiente es quién protege a los guardias del Inpec.

Por último, hace tan solo tres meses el ministro de Justicia, Néstor Osuna, declaró una emergencia carcelaria en todos los centros penitenciarios del país ante los constantes ataques contra los guardias del Inpec que se venían presentando en Cartagena, Jamundí y Tuluá, pero la realidad es que esas medidas se han quedado cortas y la violencia contra esos funcionarios no ha parado.