Un llamativo roce se registro entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, de cara al proceso electoral que se registrará en el país en 2026, año en el que Petro termina en el papel su mandato.
El primero en lanzar una aguda advertencia, fue Vargas Lleras, quien puso de presente un riesgo que podría tener la democracia de Colombia, si el jefe de Estado toma próximamente el control de la Corte Constitucional.
“Yo tengo la preocupación de que tal como van las cosas, no sé en qué condiciones se va a surtir el proceso democrático en el año 2026, porque siempre he sostenido que estamos ya en una línea muy delgada, en donde cualquier día se va a quebrantar la independencia de poderes y el Estado de derecho. Falta que el año entrante el gobierno tome el control de la Corte Constitucional, y ahí todo se habrá perdido”, detalló Germán Vargas Lleras.
Y expresó: “Para eso es muy importante lo que ocurra con la elección del Procurador General de la Nación. Si el gobierno se hace a la Procuraduría General de la Nación, muy probablemente eso conducirá a que en el 2025 el gobierno ya tenga una mayoría en la Corte Constitucional, y eso sí le permitiría hacer cualquier cosa: decretar una emergencia económica, echar un decretazo. De manera que yo no tengo tan cierto que tengamos el camino despejado”.
Frente a esa alerta, respondió el presidente Petro, a través de su tribuna favorita, su cuenta personal de X: “Mentiras. El presidente solo tiene una terna para postular de las varias restantes para la Corte Constitucional. Lo que si deberían explicar es como se maneja la Corte arbitral de la Cámara de Comercio”.
Sin embargo, el tema del riesgo de la democracia no es el único reparo al presidente Gustavo Petro, ya que la discusión de los últimos días se ha concentrado en el polémico proyecto que radicó su gobierno de la reforma tributaria.
En ese sentido, el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla radicó ayer martes 10 de septiembre, ante la Secretaría de la Cámara de Representantes, la segunda reforma tributaria del Gobierno Petro, esta vez con el fin de ajustar las cuentas para poder financiar el presupuesto del año entrante, estipulado inicialmente en 523 billones de pesos.
La iniciativa, que en este caso se conoce como ley de financiamiento, propone, entre otras cosas, reducir el impuesto de renta para las empresas, diferenciando por el tamaño de estas. Así, la tarifa general bajaría gradualmente de 35 a 30 %, y hasta 27 % para las micro, pequeñas y medianas firmas.
Tras conocerse el contenido de esta nueva reforma tributaria, también llegaron los cuestionamientos al proyecto de ley. Uno de esos reparos estuvo a cargo del senador de Cambio Radical, David Luna, quien alertó que esta ley de financiamiento “está diseñada para financiar la campaña de reelección”.
“Aquí está la prueba de que la reforma tributaria está diseñada exclusivamente para que el Gobierno Petro financie su campaña de reelección con nuestros impuestos. Miren este cuadro y la cifra de recaudo para cada año: Todo se concentra en 2025 con 11.8 billones. ¿Y el resto de los años? Nada. ¿Coincidencia? No lo creo”, sostuvo Luna en su cuenta de X.