Centenares de domiciliaros de Rappi, más conocidos como Rappitenderos, salieron a la calle este miércoles 28 de marzo en Bogotá para protestar en contra de la reforma laboral radicada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro en el Congreso de la República, especialmente por la regulación que se quiere lograr con las plataformas de domicilios en el país.
La protesta inició en el Parque de la 93, en el norte de la ciudad. Los rappitenderos posteriormente tomaron la carrera 11, la calle 72, y luego saldrán a la carrera Séptima hasta llegar al Parque Nacional.
En este punto harán un plantón y finalmente se dirigirán al Congreso, en ila Plaza de Bolívar, en el centro de la capital del país. El objetivo es que cerca de 1.000 trabajadores de Rappi se unan a la protesta.
Los domiciliarios exigen ser escuchados por parte del Gobierno y por los congresistas, pues, contrario a lo que quiere el Ejecutivo, ellos no desean una formalización laboral, pues quieren seguir teniendo una independencia.
“Estamos saliendo a marchar en contra de la regularización de las plataformas digitales, la cual va afectar a más de 140.000 personas, dejándolas sin empleo, sin la posibilidad de llevar el sustento a sus hogares”, aseguró el líder de los Rappitenderos, Álvaro Velasco, en diálogo con SEMANA.
Según él, la reforma laboral sería una gran golpe a la independencia de los domiciliarios, quienes deciden en qué momento salir a trabajar y cuántas horas al día, mientras que en una formalización laboral se les exigiría cumplir horario laboral, lo que para muchos rappitenderos no es viable.
“La reforma nos está quitando algo preciado que es la independencia por medio de un contrato forzoso”, indicó Velasco, quien agregó: “Estamos pidiendo que se modifique el capítulo 6 de la reforma y se quite la palabra contratación, porque nosotros no queremos ningún tipo de vínculo laboral con ninguna plataforma”.
Velasco explicó cuáles son las razones para exigir esa independencia: “Al tener un contrato laboral se van a perder más de 140.000 empleos, ya que ninguna plataforma va a poder sostener una nómina como la que se tiene hoy en día y aparte de ello, se trataría de una contratación forzada”.
El líder de los Rappitenderos señaló que una salida es que los propios trabajadores paguen su seguridad social.
“Nosotros, como independientes, podemos pagar la seguridad social y que este sea un requisito para poder trabajar en la plataforma y que ese requisito sea mes a mes”, comentó.
Así mismo, Velasco contextualizó que, al obligarse a adoptar una formalización laboral, los ingresos de los trabajadores disminuirían considerablemente, pues una hora o día laboral legal es mucho menor a lo que en promedio se hace un Rappitendero en el día, que fácilmente puede oscilar entre los $60.000 y $70.000 con solo seis horas trabajadas, lo que podría superar los $2 millones al mes.
Velasco advierte que una contratación forzada obligaría a que el número de domiciliarios se reduzca drásticamente, lo que no solo afectaría los ingresos de estas personas, sino también sería un golpe para los comercios y restaurantes, en especial a los de cocina oculta, dado que no habría quién entregue los pedidos.
Una de las salidas que plantea Velasco es que se permita la contratación mixta, como sucede en Chile, en donde quienes quieran pasar a tener un contrato laboral lo puedan hacer, pero quienes deseen su independencia también la puedan mantener.
Velasco fue enfático en señalar que la reforma laboral podría aumentar el costo de los domicilios y eso conllevaría a que varias de las plataformas salgan del país, tal cual como sucedió en España cuando aprobaron la ley Rider. “En estos momentos en ese país solo hay dos plataformas trabajando y en los próximos meses una de ellas va a desaparecer”, afirmó.
El líder de los Rappitenderos dijo que lo que buscan es ser escuchados directamente por el Gobierno, y advirtieron que en los próximos días también se llevarían manifestaciones a nivel nacional.
Exigencias a Rappi
Ahora en cuanto a Rappi, el líder puntualizó que no todo es color de rosa, dado que la plataforma también debería adoptar algunas mejoras con sus trabajadores. “Rappi debe garantizar un pago que justifique el trabajo del domiciliario, porque no es justo a que un cliente le estén cobrando entre $13.000 y $15.000, y a un domiciliario solamente le estén pagando $3.500″, comentó Velasco.
Otro de los puntos a mejorar es la autoaceptación de los pedidos. “Nosotros queremos ser independientes, y poder elegir qué pedido queremos hacer y la aplicación no me puede obligar a hacerlos, porque si en estos momentos alguno de nosotros no queremos hacer domicilio, lo que hace la aplicación es bloquearnos por horas o días”.
Domicilios de Rappi costarían $18.000: la cruda advertencia del CEO, Simón Borrero, en SEMANA
En días pasados, el CEO de Rappi, Simón Borrero, explicó también en diálogo exclusivo con SEMANA cuáles son los reparos frente a la reforma laboral y cuáles serían las consecuencias para la compañía y los domiciliarios. Incluso, advirtió que, de aprobarse la reforma, los domicilios en Rappi tendrían que aumentar abruptamente.
De acuerdo con Borrero, “la reforma tiene dos temas peligrosos y tremendamente injustos: laboralidad forzosa y un freno a la flexibilidad de los rappitenderos al ofrecer sus servicios”.
El CEO de Rappi explicó que la gran mayoría de los rappitenderos trabaja por horas, no lo hace en un horario fijo, ni tampoco todos los días, y con esta reforma laboral tendrían que pasar a ser un empleado formal, aunque según él, “los rappitenderos no quieren eso, quieren más protección y más bienestar”.
Es así como Borrero señala que desde Rappi están dispuestos a cotizarles seguridad social a los rappitenderos por las horas que realmente trabajan, pero indica que lamentablemente “el sistema colombiano no lo permite y requiere que solo se pueda cotizar sobre un salario mínimo entero”.
“En nuestro caso, entre 80 y 85 por ciento trabaja ocasionalmente, así que la minoría está de tiempo completo y ese grupo tampoco quiere la laboralidad forzosa porque sus ingresos promedio son de 11.000 pesos por hora, frente a un salario mínimo que actualmente está en 4.800 pesos. Y aunque son personas que trabajan tiempo completo, tienen flexibilidad para decidir qué días y en qué horarios lo hacen. Esta reforma los obligaría a ganar un salario mínimo y, por ende, les entraría mucho menos dinero”, agregó.
Es así como Borrero le mandó un importante mensaje al Congreso de la República, pues afirmó que con esta reforma laboral, además del impacto negativo que tendría, también aumentarían los domicilios hasta $18.000.
“Por la actual situación económica y por la inflación, entiendo que muchos clientes estén insatisfechos porque Rappi se ha vuelto más costoso, pero con la reforma tendríamos que cobrar 18.000 pesos por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas”, comentó Borrero.