Cambio Radical, el partido que lidera el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, se ha vuelto incómodo para el gobierno del presidente Gustavo Petro. Apenas el mandatario asumió el poder, la colectividad se mostró como independiente. De hecho, así lo dio a conocer oficialmente en el Consejo Nacional Electoral, pero semanas después, tras evidenciar lo que llamaron un complejo arranque de la administración, su papel ha sido de oposición.
Su cuenta personal de Twitter, con más de 37.000 seguidores, se ha convertido en la vitrina en la que le cuentan al país oficialmente sus posiciones. Con un estilo propio, gráficos, videos, sátiras, y un lenguaje diferente, han logrado generar un impacto en la opinión pública.
Precisamente, este martes 31 de febrero, el partido denunció que empezó una campaña para evitar que desde la cuenta personal de Twitter sigan opinando contra el gobierno de Gustavo Petro. “¡Qué belleza! Ahora, la estrategia es tratar de censurar los tweets, como se lo hicieron a la exviceministra de Minas y Energía, Belizza Ruiz, cuando se volvió incómoda con sus denuncias contra la ministra Irene Vélez”.
Además, advirtieron “que no nos van a callar”.
Cambio Radical no nombró al gobierno de Gustavo Petro, pero claramente el comentario iba dirigido en contra de la Casa de Nariño.
En el mensaje compartieron una imagen de un pantallazo de Twitter en el que les confirman que, “de acuerdo a la legislación alemana, la red social tiene la obligación de avisar a los usuarios que son denunciados por personas de Alemania a través del proceso de denuncia establecido en la legislación de aplicación de la ley en redes sociales”.
Al lado del mensaje publicaron otra fotografía en que Twitter confirmó que suspendió la cuenta personal de la exviceministra Belizza Ruiz, quien salió de su cargo la semana anterior porque se convirtió en una funcionaria incómoda para la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez.
Precisamente, la ministra Vélez ha sido una de las más cuestionadas por Cambio Radical. La colectividad la responsabilizó por la disparada del precio del dólar cuando ella empezó a contradecirse y anunció, sin un plan B, que Colombia no entregaría más contratos de exploración de gas y petróleo. Lo hizopor medio de videos, gráficas, imágenes. Incluso, en alguna oportunidad se burlaron de la funcionaria y detallaron sus constantes metidas de pata.
De hecho, dicha colectividad respaldó la fallida moción de censura contra Irene Vélez.
Con la misma línea editorial, el partido también cuestionó la reforma tributaria de Gustavo Petro.
Desde que se conoció el borrador, la bancada trazó sus líneas rojas y anunció anticipadamente que votarían en contra de la iniciativa, tal como ocurrió. La misma historia sucedió con la reforma política, que empezará de nuevo su estudio en el Congreso en las próximas semanas, y la reforma a la salud, cuyo contenido no se conoce, pero ya genera polvareda entre los partidos amigos del Gobierno.
Además, el propio exvicepresidente Germán Vargas Lleras se ha convertido en uno de los líderes más acérrimos del gobierno de Petro y desde sus columnas dominicales del diario El Tiempo se ha dedicado a cuestionar varias de las iniciativas de la administración del “cambio”.