Hoy 25 de abril se lleva a cabo la Cumbre de Venezuela en la ciudad de Bogotá. Este es un evento convocado por el presidente Gustavo Petro para abogar por la democracia venezolana y la resolución de los conflictos políticos del vecino país.
Fueron convocados más de 20 países, entre los cuales están Estados Unidos, cuyos delegados son el asesor para Latinoamérica de Joe Biden, Juan González; Chris Dodd, también asesor y Jon Finer, viceconsejero de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, Reino Unido, Francia, España, Portugal, Italia, Noruega, Alemania, Chile, Canadá, San Vicente y las Granadinas, México, Argentina, Brasil, Barbados, Bolivia, Sudáfrica, Turquía, Honduras y un alto representante de una comisión especial de la Unión Europea.
Pero, ¿qué busca esta reunión? La idea inicial es que esta pueda funcionar como puente entre el oficialismo venezolano y los partidos de oposición. O sea, entre el gobierno de Nicolás Maduro y sus opositores. Básicamente, la cumbre pretende que ambas partes reanuden los diálogos y negociaciones de la mesa de México que abandonaron en 2021.
En la cumbre, se va a discutir entonces el cómo fomentar la democracia en Venezuela, la transparencia de los comicios de 2024, la liberación de presos y persecución política, migración, situación humanitaria y más. Sin embargo, existe otro objetivo para esta, y tiene que ver con los intereses del presidente Petro de que Venezuela se reintegre a la OEA y se le levanten varias de las sanciones económicas que tiene a nivel mundial.
En palabras del canciller colombiano, Álvaro Leyva, la citada conferencia “es una solución al interior de Venezuela”. “Nosotros lo que queremos es ayudar a conciliar y a precipitar un acuerdo entre venezolanos”, ha dicho.
Dinorah Figuera, presidenta de la Asamblea Nacional de Venezuela, le dijo a SEMANA que toda la apuesta está en que estas se logren, y que democráticamente la oposición pueda derrotar al régimen, pero saben que Maduró intentará poner todas las trabas posibles para que estas se ejecuten. “Nuestra agenda es que en 2024 vayamos a las urnas, pero obviamente nosotros sabemos que Nicolás Maduro pondrá todas las trabas para que esto ocurra”. Por esto, para el Gobierno Petro uno de los objetivos fundamentales es que se den unas elecciones en el año 2024, como están planeadas, y que en estas se garantice la democracia y la legitimidad de estas.
Ante esta incertidumbre de la oposición, Leyva ha dicho que “va a haber un reencuentro de una familia que tiene que redundar en democracia y en reglas de juego claras para todas las partes que quieran participar libremente en unas elecciones que, naturalmente, no podemos postergar”. Luego añadió que: “Esperamos que tengan lugar en 2024, con todas las reglas propias del Sistema Interamericano”, ha reseñado.
Así, ha subrayado que este acuerdo debe implicar un calendario electoral que sí o sí cuente con garantías y una retirada de sanciones en paralelo. “Esta es una oportunidad del país vecino, una misma familia”, ha señalado, tal y como recoge un comunicado publicado por la Presidencia colombiana a través de su página web.
No obstante, la retiración de sanciones es más complicada. El presidente Joe Biden ya dejó claro que, hasta que las elecciones no se celebren de manera democrática y objetiva, no piensa levantar ningún tipo de sanciones. Hay que recordar que Estados Unidos no reconoce a Maduro como mandatario de Venezuela, y que de hecho tienen varias órdenes de captura en su contra y una recompensa de 15 millones de dólares sobre su cabeza.
En EE. UU. se le juzga por su participación en el Cartel de los Soles, una organización criminal acusada de traficar con drogas y más delitos relacionados. De hecho, Nicolás Maduro, quien se había mantenido en silencio al respecto de la cumbre, se pronunció por fin ayer en horas de la noche y expresó que lo mínimo que pide es el levantamiento de todas las sanciones y de todos sus cargos criminales.
“La primera (condición) es el levantamiento de todas las sanciones ilegales, las medidas coercitivas unilaterales, ilegítimas, ilegales, que desde el año 2015 se han impuesto en contra de Venezuela, casi un número que se acerca a las 1.000 sanciones en contra de nuestra economía, de nuestro petróleo”, dijo en el programa de Maduro.
Pero los intereses de la oposición van más allá que la garantía de unas elecciones justas, ellos quieren reunir esfuerzos para volver a la mesa de negociaciones de México y dialogar sobre la persecución política y la libertad de los presos. El coordinador de la delegación de la Plataforma Unitaria Democrática, Gerardo Blyde, ha desvelado que han trasladado los “objetivos fundamentales” que debe tener la citada cumbre. “Consideramos importantísimo que de esa cumbre salga un exhorto para que las partes regresemos al proceso de negociación de México, que constituye, sin duda, la herramienta fundamental que tiene nuestro pueblo para salir de la crisis política, económica y social que lo azota”, ha zanjado.
Cabe destacar que en esta cumbre no estará presente el presidente Maduro ni ningún representante de su Gobierno. Así como tampoco hay representantes oficiales de la oposición. En resumen, en la cumbre se busca que ambos bandos reanuden sus diálogos en la mesa de México, se logren unas elecciones legítimas para el 2024, y tal vez que se levanten algunas de las sanciones impuestas a la nación bolivariana.
Con información de Europa Press.