La reconocida chef colombiana Leonor Espinosa, quien se ha logrado destacar en la escena gastronómica internacional, expresó su preocupación a través de un tweet sobre la reciente decisión del Gobierno colombiano de reabrir los mataderos municipales para el sacrificio de ganado y comercialización de cárnicos.
En su mensaje en la red social Twitter, Espinosa compartió su inquietud sobre el sistema de sacrificio en los mataderos y cómo esta medida podría afectar la calidad e inocuidad de la carne destinada al consumo humano.
La chef cuestionó el hecho de que el sistema de sacrificio en mataderos no ha garantizado históricamente la calidad de la carne, mencionando enfermedades como “zoonosis, brucelosis, carbunco, leptospirosis, tularemia y tuberculosis, que podrían afectar a las clases menos favorecidas.” Enfatizó que la prioridad debería ser garantizar la salud pública independientemente del poder adquisitivo de las personas y calificó la medida como un “retroceso” por parte del Estado.
Esta reacción de Leonor Espinosa surge en un contexto en el cual el Ministerio de Salud y Protección Social se prepara para expedir un decreto que permitirá nuevamente el funcionamiento de los mataderos municipales en Colombia. El ministro Guillermo Alfonso Jaramillo informó durante un debate de control político en la Comisión Séptima del Senado que esta medida es parte de la promesa de campaña del presidente Gustavo Petro, que busca favorecer a los campesinos y reducir los monopolios de los frigoríficos que han incrementado el precio de la carne en el mercado interno.
“Ya tenemos listo el decreto para expedirlo, es importante entender que muchas personas están en este momento sintiéndose muy lesionadas cuando el transporte para poder llegar a un sitio de sacrificio se hace tan arduo y tan costoso”, señaló el ministro.
No obstante, el ministro Jaramillo subrayó que estos mataderos deberán cumplir con estrictas condiciones de salubridad y buena atención, las cuales serán establecidas en una resolución. Además, mencionó que se llevará a cabo una vigilancia constante en colaboración con el Invima para garantizar que los centros de sacrificio operen en cumplimiento de los reglamentos y normas sanitarias que resguardan la salud pública.
“Creemos que hay mucha infraestructura que en los municipios pueden recuperar y que puedan ser suficientes para poder lograr un adecuado sacrificio con todos los elementos de salud pública. Especialmente sobre la base de que no se siga fomentando el abigeato y especialmente el sacrificio en potreros como lo estamos viendo ahora. Deben tener condiciones sanitarias mínimas y vamos a supervisar que el manejo y control de esos mataderos esté acorde a lo que nosotros vamos a sacar en esa resolución”, manifestó Guillermo Alfonso Jaramillo.
Además, en ese decreto quedará claro que serán las alcaldías las encargadas de administrar los mataderos y garantizar la salubridad de estos lugares. “Vamos a estar muy pendientes para controlar esas actividades, los municipios o varios municipios deben unirse para poder solucionar el problema, porque esta es una reclamación que muchos alcaldes le hicieron en campaña al señor presidente”, añadió el funcionario.
La propuesta del presidente Petro se produjo en 2022 cuando indicó que la reapertura de los mataderos municipales permitiría disminuir el costo de la carne en Colombia. “Colombia no puede quedar en manos de un monopolio de frigoríficos de carne res, se ha llegado a ese punto porque el Invima acabó con la figura del matadero municipal, hay que dar vuelta atrás”, propuso el presidente Petro durante el informe de gestión de sus primeros 100 días de gobierno.
Desde la perspectiva del mandatario, esa circunstancia estaría entre las que está presionando el precio de la carne, llevándolo a ser inalcanzable para los ciudadanos, pese a ser una proteína clave en la dieta nutricional necesaria. Inclusive, el presidente Petro, tras señalar que había que dar vuelta atrás y reabrir los mataderos municipales, habló de los frigoríficos como un oligopolio que lleva a elevar el precio de la carne, pues lo equiparan al precio internacional que le pagan al exportador de ganado en pie.