Aunque el Partido Liberal reconoce en Piedad Córdoba a una “batalladora defensora de los Derechos Humanos”, tal como lo señala el vocero del partido en el Senado, Álvaro Ashton, las banderas de la destituida congresista, probablemente, cambien de color. La curul que venía ocupando Córdoba en el Congreso será suplida por el bolivarense Lidio García, pero el Partido Liberal no tendrá entre su nómina alguien que lidere las causas de la dirigente antioqueña. Aunque los liberales han liderado temas humanitarios como la reparación a las víctimas, con los congresistas Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera, por ejemplo, causas como los derechos de los trabajadores, de la mujer, el acuerdo humanitario y la reivindicación de la llamada comunidad LGBT, entre otras no tendrán el liderazgo que venía ejerciendo Piedad durante dos décadas. Es más, algunas posturas de la antioqueña no sólo fueron polémicas dentro del partido, sino que en algunos casos fueron incómodas. La más reciente controversia interna estuvo marcada por las declaraciones de la hoy destituida senadora en el parlamento europeo, donde afirmó que Colombia se había convertido en una fosa común, y que motivó un rechazo del propio jefe de la colectividad, Rafael Pardo. Por eso, quienes asumieron como propias las banderas que dejará en el escenario público Piedad fue el partido Polo Democrático. Algunos de sus actuales dirigentes no solo acompañaron a la congresista liberal en sus principales causas, sino que asumieron recoger el testimonio, tan pronto se conoció la decisión de la Procuraduría de ratificar la suspensión de la congresista y la inhabilitó por 18 años. Senadores como Alexander López y Gloria Inés Ramírez, y representantes como Iván Cepeda hacen parte del grupo ‘Colombianos y colombianas por la paz’. Una iniciativa civil que Piedad Córdoba instaló con el propósito de avanzar en mecanismos de reconciliación, y sobre todo, en la liberación de todos los secuestrados. El Polo Democrático fue quizás el sector político que rechazó con mayor vehemencia el fallo disciplinario que afectó a Piedad. Las voces que reaccionaron coincidieron en descalificar la decisión, al argumentar que el Procurador General “no se ajustó al Derecho y a la justicia, y fue parcializado en su decisión”, tal como lo sostiene el representante Iván Cepeda. Unas afirmaciones que contrastaron con el respetuoso respaldo con que el Partido Liberal rodeó a Piedad Córdoba. Cuando se conoció la decisión de primera instancia, el Liberalismo emitió un comunicado en el que, primero, lamentó la decisión del Procurador, pero afirmó el respeto por las determinaciones de los organismos de control. “La lucha de Piedad es nuestra causa” Aunque los liberales reconocieron el papel que desempeñó Piedad Córdoba, fueron los del Polo quienes expresaron abiertamente seguir trabajando por las llamadas “luchas de Piedad”. El senador Alexander López Maya, quien hace un par de años trabajó junto a Piedad en la defensa de las reivindicaciones laborales de los corteros de caña en el Valle del Cauca, reconoció en la congresista un “juicioso empeño” en la búsqueda de la paz y el respeto de los derechos sociales. Pero afirmó que “su lucha, es nuestra lucha y la seguiremos”. La senadora Gloria Inés Ramírez fue la socia de Piedad Córdoba cuando ambas compartieron curul en la Comisión Séptima del Senado. No duda en calificar la sanción disciplinaria como el “ensañamiento de la Procuraduría contra Piedad” y calificó la destitución de 18 años como “el escarnio a quienes estamos a favor de la salida negociada del conflicto”, según lo sostuvo en el escenario de la plenaria del Senado. Ramírez dijo que el trabajo de Piedad Córdoba en ‘Colombianos y colombianas por la paz’ ha sido reconocido por varios sectores democráticos, pero que “fuerzas reaccionarias y guerreristas han levantado campañas intimidantes para sacarla del escenario político”. La congresista del Polo también afirmó que pelearán en el Congreso por las causas que lideró Piedad Córdoba, aunque tras la destitución cuestionó las garantías de quienes abogan, entre otras, por el acuerdo humanitario o la salida negociada del conflicto. En el Congreso, por iniciativas parlamentarias, hay otros escenarios donde Piedad se venía desempeñando. Por ejemplo la comisión de Paz y la comisión accidental por el del Acuerdo humanitario, recientemente instalada por el presidente del Senado. El senador Armando Benedetti, que hace parte de esta comisión, dice que sí hay garantías para el trabajo en busca del acuerdo humanitario, aunque aseguró que cualquier movimiento debe estar ajustado a las normas. Las 'luchas' de Piedad Desde 1990, cuando obtuvo su primer cargo de elección popular, en la asamblea de Antioquia, Piedad Córdoba ha orientado su ejercicio público a la protección y promoción de los derechos de los grupos sociales vulnerables, en especial de las mujeres, de los grupos étnicos (afrodescendientes e indígenas), de las minorías políticas y de los grupos sociales discriminados por su orientación sexual. En el Congreso, donde llegó en 1994 como Representante a la Cámara, sus principales causas han sido la reivindicación de los derechos laborales, la equidad de la mujer, el reconocimiento de derechos patrimoniales a parejas del mismo sexo y la paz. Fue autora, entre otras, de leyes como la del IVA social (partida por valor de 60 mil millones de pesos para seguridad social de las Madres Comunitarias). Creación de la Dirección Nacional de Equidad para las Mujeres (Ley 188 de 1995). La ley de prevención de violencia intrafamiliar (Ley 294 de 1996). La ley que aumenta las penas para los delitos sexuales (Ley 360 de 1997). También la que regula el recaudo del impuesto de oro y platino para inversión en educación y salud en municipios (Ley 366 de 1997). La que reconoce cinco curules en la Cámara de Representantes para los grupos étnicos, minorías políticas y colombianos residentes en el exterior (Ley 649 de 2001). La que establece igualdad de oportunidades para la mujer (Ley 823 de 2003). Y la de protección de la vivienda familiar como patrimonio inembargable (Ley 854 de 2003).