El presidente Gustavo Petro dio su discurso en medio de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores desde el balcón de la plaza de Armas en la Casa de Nariño. Allí hizo una férrea defensa de las reformas sociales que fueron presentadas al Congreso.
En medio de su disertación Petro mencionó algunos hechos históricos. Uno de ellos es que se refirió al expresidente colombiano José María Melo. Habló de su cercanía con Simón Bolívar y de traer sus restos a Colombia, ya que se trata del único mandatario que no estaría enterrado en el país.
“Solo un indígena que a la postre era un teniente del Ejército Libertador, José María Melo, se atrevió a luchar por las ideas de Bolívar después de muerto. Fue a luchar a Venezuela, fue a reconstruir La Gran Colombia, vino aquí y se convirtió en general, un general indígena, el último oficial del Ejército Libertador”, aseguró Petro.
El mandatario agregó que había una élite que no estaba de acuerdo con Melo y los indígenas, pero que los trabajadores “se levantaron” y pusieron a Melo como presidente. “Hicieron barricadas, se tomaron la ciudad y eligieron como presidente a un indígena: al general José María Melo”, afirmó el mandatario.
Petro dijo que Melo “resistió” ocho meses en batallas cuando el Ejército “de los conservadores”, quienes en ese entonces, defendían la esclavitud.
“Ese pasaje de la historia de Colombia es muy importante porque nos puede enseñar lo que estamos viviendo en este presente. A José María Melo lo derrotaron el Ejército de los esclavistas”, señaló el mandatario.
Petro dijo que Melo viajó por varios países de Latinoamérica, entre ellos México, donde acompañó a Benito Juárez en las reformas que se estaban haciendo en ese país y la lucha libertaria. Allí Melo cayó en una de esas batallas.
“Allá está enterrado, allá tuvo sus hijos, allá los indígenas lo consideran un héroe, allá el pueblo mexicano de Chiapas no quiere que su cuerpo sea encontrado y que se devuelva a Colombia, porque ellos lo quieren como uno de sus grandes dirigentes”, aseguró el mandatario.
En cambio, dijo que en Colombia lo quieren olvidar. “Ojalá algún día podamos traer el cuerpo de José María Melo, el único presidente que no está enterrado en esta patria. Al único que quieren olvidar porque era indígena y no blanco”, afirmó el presidente.
¿Quién fue José María Dionisio Melo y Ortiz (1800-1860)? Como menciona Petro, era de origen indígena, puntualmente, pijao, es decir, del Tolima. Fue el octavo presidente que tuvo el país luego de la independencia, en la República de la Nueva Granada.
Como señaló Petro, fue reconocido por enfrentarse a la élite de la época. Sus restos se encuentran en la hacienda La Juncaná, del estado de Chiapas, en México.
Fue uno de los próceres de la gesta libertadora, a pesar de que su nombre no ganó tanto reconocimiento como otros líderes de ese entonces. Cuando tenía 19 años tomó la decisión de integrar el Ejército Libertador, en el cual participó en las batallas de Bomboná, Pichincha, Junín y Ayacucho en Colombia. También ayudó a la libertad de otros pueblos de la región, como mencionó el mandatario.
A pesar de su origen indígena y el símil que hizo Petro en su discurso entre la élite que viajaba a Europa a estudiar y la clase popular que se quedaba en el país, Melo tenía origen indígena, pero también era privilegiado y de élite.
Estudió en Alemania en la Academia Militar Bremen Prusiana, en donde se interesó por ideas del socialismo utópico, el cooperativismo, el movimiento obrero y el anarquismo de comienzos del siglo XIX.
Tras haber cursado estudios, hacia 1841 volvió al país para inmiscuirse en la política local de Ibagué y fue profesor en esa ciudad. Una de las tesis de Melo fue exigir tierra para los indígenas y abolición de la esclavitud. De hecho, en su discurso, Petro hizo referencias a esas dos ideas, la primera por su reforma rural integral y la segunda por la reforma laboral.
Según historiadores, a pesar de que Melo era de origen indígena, pertenecía a una élite de la época. “Él era parte de la élite granadina. Como la mayoría de nuestros próceres, descendía de Sebastián de Belalcázar”, le dijo a El País de España el genealogista Miguel Wenceslao Quintero. Además, señala que sus padres pertenecían a élites de sus ciudades, Cartago y Buga. “Que tenía sangre indígena, claro. La élite colombiana, casi sin excepción, por ser tan antigua, tiene sangre indígena”, agregó Wenceslao y que por eso decir que era un presidente indígena es una falacia.
Más allá de ese hecho, Melo no estaba de acuerdo con tratados de comercio internacionales. Esas ideas lo llevaron a apoyar la candidatura del expresidente José Hilario López, quien abolió la esclavitud en el país en 1851. Por su cercanía y confianza, López decidió nombrar a Melo como general al mando del Ejército Nacional, con el firme propósito de enfrentar a los conservadores que se alzaron en armas y que no estaban de acuerdo con algunas de las tesis de López.
En 1854, y luego de haber derrotado a los reaccionarios conservadores, Melo pasa a ser el octavo presidente del país, luego de que el expresidente José María Obando, tras ser elegido en ese cargo, decidiera renunciar a los cuatro meses de dirigir el país.
Como era de esperarse, la élite conservadora le hizo una férrea oposición a Melo hasta el punto en que el 4 de diciembre de ese año sufrió un golpe de Estado. El juicio en contra del entonces presidente se llevó a cabo en Ibagué, donde se tomó la decisión de desterrarlo y confiscarle sus bienes. En 1855 se fue en esa condición a Costa Rica, hizo parte de algunas guerras en la región hasta llegar a México y fallecer.
En medio del encuentro que sostuvo el presidente Gustavo Petro, con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se conoció que en la conversación entre ambos Petro se refirió al expresidente Melo y a la posibilidad de repatriar sus restos, sin embargo, por ahora no se ha hecho un anuncio en ese sentido, a pesar del mandatario colombiano insiste en esa idea.