Una nueva polémica desató el gobierno del presidente Gustavo Petro después de que se conociera este martes, 18 de junio, que el Ministerio de Cultura reconoció el sombrero de Carlos Pizarro Leongómez, máximo comandante del M-19, como Patrimonio Cultural de la Nación. El objeto fue entregado al jefe de Estado por parte de miembros del extinto grupo guerrillero.
El máximo mandatario aseguró que el sombrero del asesinado líder, quien es padre de la senadora María José Pizarro, es un símbolo de paz. La decisión tomada por la cartera generó diferentes reacciones por parte de sectores políticos y sociales, muchos de estos rechazaron el hecho y aseguraron que era una revictimización con las personas que sufrieron a manos de los integrantes del M-19.
María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, fue una de las voces que se pronunció para rechazar el reconocimiento que se le hizo y habló de la necesidad de crear una ley que prohíba resaltar a personas que hicieron daño en la sociedad.
“¿También harán del mugroso trapo de ‘Tirofijo’ un monumento nacional? ¿Para cuándo convertirán en patrimonio cultural algún avión del narcotraficante socio del M-19 Pablo Escobar? Debemos trabajar en una ley que prohíba los honores y apología de criminales o terroristas”, escribió en su cuenta de X.
Jota Pe Hernández, senador de la Alianza Verde, por su parte, lo calificó como una “burla” de parte del presidente con las víctimas. Aseguró que es “cínico” que se busque exaltar o calificar como un héroe al líder de un grupo guerrillero que fue violento y sanguinario.
“Es impresionante que en medio de tanta crisis que atraviesa el país (...) este señor, que al parecer se está enloqueciendo, salga a declarar como patrimonio cultural el sombrero de un tipo que perteneció a un grupo terrorista que cometió diferentes tipos de crímenes”, puntualizó.
Por su parte, Julio César Iglesias aseguró en su cuenta de X: “El culto en la izquierda radical por la violencia política, que se evidencia en el fetichismo por objetos como el sombrero de Pizarro y en la idolatría por su legado, es una amenaza gigante, quizás una de las más graves, para el futuro del país”.
Asimismo, el reconocido abogado Abelardo de la Espriella rechazó el acto y señaló que Colombia “vive sus horas más oscuras y el jefe de la magia irriga tinieblas” (sic).
“Los símbolos son los que reflejan a los gobiernos y también a los regímenes: la bandera del grupo terrorista M-19, el sombrero de un asesino como Carlos Pizarro, el monumento a las primeras líneas terroristas en Puerto Rellena en Cali: esos son los símbolos que el jefe de la mafia, Petro, nos quiere instalar lenta e imperceptiblemente, normalizando el caos y el odio como si ese fuese el camino”, añadió.
Igualmente, Enrique Gómez, director del Movimiento Salvación Nacional, apuntó que con este tipo de decisiones demuestran el “horror” en el que está sumergido el país y al que, según él, están sometiendo a los colombianos. Además, manifestó que mientras se homenajea a Pizarro, la violencia sigue dejando víctimas en todo el territorio nacional.
El expresidente Andrés Pastrana fue otra de las voces que se mostró inconforme, aseveró que es una “pretensión” que tiene Petro y lo calificó como un insulto para los colombinos.
“Es un insulto sin precedentes a las víctimas de ese grupo terrorista, a los compatriotas que fueron secuestrados, torturados, asesinados, a sus familias, y a la memoria de nuestros héroes del Ejército y de la Policía que murieron defendiendo la democracia de los ataques infames de ese grupo de delincuentes”, escribió en su cuenta de X.