El gobierno del presidente Gustavo Petro logró aprobar la reforma pensional y consiguió salvar la laboral, que superó su primer debate en Comisión Séptima de Cámara. Sin embargo, la reforma a la educación, que era la más consensuada del paquete gubernamental, está virtualmente hundida.
Luego de un paso ágil por la Cámara de Representantes, el tercer debate de la reforma a la educación se llevó a cabo en la Comisión Primera del Senado de la República, donde encontró resistencia de opositores e independientes como David Luna, Paloma Valencia y Alfredo Deluque.
Por esa razón, Aurora Vergara, ministra de Educación, se vio obligada a lograr acuerdos con quienes tenían reparos, lo cual logró que se aprobara de forma unánime, pero no demoró la polémica por la desnaturalización del proyecto del Gobierno.
Tanto la bancada del Pacto Histórico como Fecode expresaron su descontento, que terminó en una fuerte protesta del sindicato de maestros por la evaluación docente y educación terciaria.
Esto ha imposibilitado un acuerdo y provocó que, a pocas horas de que acaben las sesiones ordinarias de la legislatura, la reforma a la educación esté a punto de hundirse por tiempos y por falta de acuerdo.
En la mesa directiva del Senado de la República se radicaron tres ponencias: la del texto aprobado en la Comisión Primera, la que contiene las modificaciones del Gobierno y otra a nombre del senador Fabio Amín, del Partido Liberal, que busca un punto medio, pero que no cumple con las pretensiones de Fecode.
No existió forma de unirlas en una y tampoco hay tiempo para que se sometan a debate, faltando menos de dos días para que se acaben las sesiones ordinarias de la legislatura. Al ser un proyecto de Ley Estatutaria, no puede ser puesta a consideración en extraordinarias, que igual no fueron convocadas, y tampoco puede debatirse después del 20 de julio.
Además, este miércoles 19 de junio, le corresponde a la oposición la plenaria del Senado, que no incluyó dentro del orden del día el proyecto de Ley Estatutaria.
Uno de sus líderes, el representante Gabriel Becerra, del Pacto Histórico, le dijo a SEMANA que el partido da por hundida la reforma.
“Solo se puede discutir hasta el 20 de junio por ser estatutaria. Hoy no se discutiría, y quedaría única y exclusivamente el día de mañana. Un día en el que habrá que aprobar múltiples conciliaciones y, adicionalmente, si se llegase a agendar, no tendría tiempo para poderse discutir. Si se llegase a discutir y aprobar, no habría tiempo para conciliar”, explicó.
Y Becerra asegura que solo queda una opción: “Sería acoger la ponencia de Cámara, pero no lo veo muy viable, teniendo en cuenta que hay bastante polémica alrededor del contenido de la ley. Me lleva a afirmar que, en la práctica, el proyecto está hundido”.
David Racero, representante por el Pacto Histórico, también la da por hundida.
“La presión de la derecha por seguir manteniendo una política de educación mercantilizada que lleve al Estado a canalizar recursos a instituciones privadas y siga dejando en la podredumbre a las públicas, hundirá la reforma a la educación”, publicó en X.