En medio de la discusión sobre la reforma a la salud que está preparando el Gobierno Nacional, uno de los temas que más ha generado inquietud está relacionado con la deuda real que tienen las EPS con las clínicas y hospitales, pues este es uno de los argumentos que más se ha usado desde la Casa de Nariño para justificar la reforma.
La discusión se ha aumentado en los últimos días por cuenta de las cifras contradictorias que ha dado a conocer la ministra de Salud, Carolina Corcho, quien ha calificado a las EPS de “ineficientes”.
La semana pasada, la ministra Corcho había indicado que el pasivo de las entidades promotoras de salud con las clínicas y hospitales era de 50 billones de pesos, una cifra que causó escándalos a nivel mundial.
Sin embargo, este lunes, la Superintendencia de Salud salió a rectificar a la ministra y reveló que la cifra real es de 23,3 billones de pesos, “de los cuales: $16,6 billones corresponden a las EPS activas en el sector, $1,7 billones a las EPS liquidadas y $5 billones a las EPS en liquidación”.
Este reversazo del Gobierno, de inmediato generó cuestionamiento en varios sectores, que salieron a cuestionar de dónde salió la cifra de 50 billones que reveló la ministra.
“Es aterrador que un ministro saque esa cifra y hoy salga a recular, eso es absurdo para un ministro. Son 27 billones menos de lo que ella había dicho”, cuestionó el exsuperintendente de Salud Fabio Aristizabal, en diálogo con SEMANA.
Aristizábal criticó no solo el reversazo del Gobierno, sino que se estén “usando cifras mentirosas”.
De acuerdo con el superintendente, quien elaboró junto a un grupo de expertos un profundo documento sobre los pasivos del sistema, la deuda real es mucho menor a lo dicho por el Gobierno.
Aristizabal explicó que la deuda de las EPS reportada por las clínicas y hospitales a la Superintendencia de Salud es de 16,3 billones de pesos -cifra que coincide con lo dicho por el Gobierno-, sin embargo a este valor se le deben restar 1,5 billones de pesos que ya les habían girado las EPS a las instituciones prestadoras de salud y otros 3 billones que corresponde a facturas que no se han radicado, lo que indica que el pasivo real es menor.
“La deuda real reportada a la Superintendencia después de hacer la depuración es de 11,5 billones”, indicó Aristizábal, quien estuvo a cargo de la Superintendencia de Salud durante el gobierno pasado.
El exsuperintendente agregó, además, que, según el documento preparado por los expertos, el 60 % de esta deuda es una cartera que aún no se ha vencido, es decir, que todavía está dentro de los plazos establecidos para ser pagada, mientras que el 10 % presenta una mora menor a los 30 días.
En todo caso, se ha generado la inquietud frente cuál va a ser la fuente de recursos a la cual van a acudir las EPS para pagar estas deudas.
“Ese dinero ya lo tienen las EPS, que corresponde a 6,8 billones de pesos que les debe el Estado y 8,4 billones de pesos a inversión técnica, soportados en CDT, depósitos, cuentas de ahorro, entre otros”, apuntó Aristizabal.
“En el Gobierno están desprestigiando al sistema y a las EPS, para justificar una reforma a la salud, al final el mayor perjudicado es el paciente”, concluyó el exfuncionario.
Otro de los que criticó al Gobierno fue el exministro de Salud Fernando Ruiz, quien indicó en su cuenta de Twitter: “Ahí están pintados. @Supersalud tuvo que sacar un comunicado aclarando lo que se había dicho. Que las deudas de las EPS liquidadas son 1,7 billones y 5 billones en liquidación. Cifras en reconocimiento que pueden aún disminuir. @petrogustavo”.