La ponencia de la reforma a la salud que será discutida en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes no termina de convencer a los opositores de ese proyecto de ley.
Si bien estos reconocen que los ponentes hicieron un esfuerzo de incluir puntos del articulado de la bancada independiente y de los llamados que se hicieron en la audiencia pública y en la mesa técnica, advierten que el texto sigue fragmentando el sistema de salud.
Así lo considera el representante Andrés Forero, quien afirma que “sí hubo una intención de los ponentes de recoger los temas, pero a mi juicio no se resuelven los grandes problemas del proyecto de ley. Hubo modificaciones, pero estas no son suficientes para cambiar realmente la sustancia de la reforma porque sigue siendo una reforma que fragmenta los recursos de la salud”.
Como sucede, dice el congresista, con el subsidio a la oferta para garantizar el funcionamiento de los centros de atención primaria en salud y el fortalecimiento a los hospitales públicos, lo que considera que terminaría dividiendo la atención.
En la ponencia de la reforma a la salud se acumularon dos proyectos de ley, y en ese escrito de 526 páginas se especificaron con más detalle las funciones de las gestoras dentro del sistema, como lo es su papel en las redes integrales o integradas de salud.
No obstante, el representante Forero advierte que “siguen desalineados los dos incentivos. Quién va a firmar el contrato será la Adres y, simultáneamente, dicen que les van a aplicar unos tarifarios, lo que no deja claro cuál va a ser el margen para buscar eficiencia en los recursos. Entonces, siguen desalineados los incentivos, se siguen debilitando los controles previos y posteriores, por lo que existe un riesgo alto de desbordamiento del gasto en salud. Las gestoras siguen compartiendo funciones con otros actores como alcaldes y gobernadores”.
Uno de los temas relacionados con los incentivos tiene que ver con el tiempo de transición para que las EPS resuelvan sus problemas financieros. En el artículo sobre las condiciones para la transformación de las entidades promotoras de salud se cambió el plazo para el saneamiento de los pasivos de las EPS de 48 a 18 meses, bajo el argumento de que el proyecto establece líneas de crédito para que esas entidades resuelvan su situación financiera, lo que termina dándoles un periodo más corto para atender sus problemas internos.
“Las redes siguen siendo enredadas, no es fácil, cómo van a operar con el solapamiento de las funciones, que lo que termina haciendo es que diluye la responsabilidad. Los centros de atención primaria en salud siguen siendo la piedra angular del sistema y consideramos que no tienen las capacidades técnicas y administrativas para cumplir con muchas de las funciones que se les están asignando, y no sabemos cuándo estará listo el sistema público de información, que es otra de las columnas”, agregó.
La reforma a la salud sigue teniendo las mismas bases: convertir a las EPS en gestoras, establecer un sistema público de atención en salud focalizado en la atención primaria, prestar ese derecho a través de Caps y redes integradas e integrales dispuestas en todo el territorio nacional.
“A pesar de que hay una mayor claridad sobre quién es el doliente del paciente, porque se explicita que va a ser la gestora, nosotros sentimos que se les están imponiendo obligaciones, pero se les están quitando los instrumentos para poder cumplir con ellas. Eso puede llegar hasta a tener implicaciones penales. De todas formas, les están ofreciendo una remuneración interesante, por lo que hemos dicho que les van a pagar más por hacer menos”, puntualizó el representante Forero.
“El proyecto mantiene el tema de la territorialización. Se supone que las gestoras no van a operar en todo el territorio nacional, sino que deben concentrarse en algunos territorios y habrá algunos que no estén cubiertos por gestoras. El proyecto original del gobierno planteaba que las funciones iban a ser asumidas por los Caps y por los entes territoriales, pero los ponentes eliminan ese párrafo y no sabemos qué va a pasar donde no haya gestoras”, agrega el congresista del Centro Democrático.
En ese sentido, Andrés Forero concluyó que: “No desmerito el trabajo que se hizo con la ponencia, pero siento que sigue siendo un proyecto que, en la práctica, va a destruir el sistema de salud tal y como lo conocemos, y que pueden volver los septiembres negros que se conocieron en el sistema del seguro social”.