Este martes, 5 de diciembre, la mesa directiva de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes anunció la reforma laboral como uno de los proyectos a discutir en las próximas sesiones. El proyecto volverá a ser discutido después de hundirse en la legislatura pasada, dado que no superó su primer debate.
La ponencia positiva fue radicada hace dos semanas por la coordinadora ponente, María Fernanda Carrascal, del Pacto Histórico. Por el trámite de la reforma a la salud y las festividades, se espera que la próxima semana inicie el debate del proyecto que también causa polémica en la opinión pública, especialmente entre los empresarios.
Como la mayor parte de proyectos del Gobierno Petro, la reforma laboral comenzó con complicaciones, dado que solo logró que tres ponentes firmaran el texto sobre el que se basará el debate, cuya radicación no fue anunciada a la opinión pública.
Sin embargo, la ponencia contiene modificaciones frente a lo radicado en la legislatura pasada, que generó tanto disenso que no superó el primer debate y no se logró discutir los artículos a fondo.
Esta reforma contempla cambios drásticos, que de ser aprobada impactarán tanto trabajadores como empleadores. Los empleados tienen las de ganar, pero el temor radica en que los empleos terminen desapareciendo por las condiciones económicas insostenibles para los empresarios.
Uno de los artículos que aumentará el costo total de los empleos es el recargo que se plantea para los turnos nocturnos, las horas extras y las jornadas dominicales.
De ser aprobada como viene en el ponencia, los trabajadores podrán cobrar el recargo dominical y festivo al sobre un 100 % del valor de la hora ordinaria. Hoy el recargo que se hace por ese concepto es del 75 %, un 25 % menos al propuesto.
La reforma concede que el aumento se haga de forma progresiva. A partir de junio de 2024 se incrementaría al 80 %. A partir de julio de 2025 se incrementaría al 90 %. Y a partir de julio de 2026 se incrementaría al 100 %.
Los turnos nocturnos, que comienzan hoy desde las 9:00 p. m., empezarían desde las 7 p. m. y culminaría a las 6:00 a. m. del día siguiente.
Según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, debatir el proyecto es inconveniente e inoportuno, si se tiene en cuenta que se junta con la negociación del salario mínimo, cuya primera mesa será este 28 de noviembre.
“No es procedente discutir una reforma laboral en paralelo a la discusión del incremento del salario mínimo”, dijo al radicarse la ponencia.
En el momento se adelanta la discusión en busca de un consenso en torno al aumento del salario mínimo. Según Gloria Inés Ramírez, ministra del Trabajo, hay total optimismo para conseguir un acuerdo que permita un incremento salarial que no afecte a ninguna de las partes: ni trabajadores ni empleadores.
“Todos los años se mira cuánto pesan los salarios en el PIB, e históricamente en Colombia a los trabajadores siempre se les ha dejado su salario y en términos del poder adquisitivo han perdido mucho; distinto a lo que nos pasó en el 2022 donde buscamos medidas de protección del valor adquisitivo del salario, por eso trabajamos las UVT porque desatamos muchos bienes y servicios que están articulados al alza del salario mínimo”, manifestó Ramírez.