El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, se mostró inconforme con uno de los principales artículos de la reforma política que se discute en estos momentos en el Congreso. Según dijo, la propuesta para que los congresistas puedan pasar a ser ministros iría en contra de la Constitución y sería clientelista.

“Necesitamos es que esta reforma elimine los vicios de la política y no una nueva medida burocrática y clientelista a favor del Congreso”, aseguró el senador de Cambio Radical, partido en independencia al Gobierno.

El senador explicó que no se puede pretender que esta sea una reforma política que se presentó con un enfoque anticorrupción y vaya a permitir este tipo de saltos. “Se supone que esta es una reforma política, así lo dice la exposición de motivos, para combatir la corrupción, para erradicar los pecados en la conformación de las listas y en la elección de corporaciones públicas y cargos nominales”, dijo el congresista de Cambio Radical.

Y cuestionó: “¿Qué tiene que ver la posibilidad de eliminar una incompatibilidad y que los congresistas podamos ser ministros o podamos ejercer sin ningún inconveniente cualquier cargo público, qué tiene que ver este artículo con la lucha contra la corrupción? no entiendo la armonía, la razón de ser de este artículo”, aseguró Motoa en la plenaria del Senado.

El congresista criticó que no tendría presentación frente a la opinión pública que un legislador resulte electo por los ciudadanos y luego deje el cargo para pasar a ser miembro del gobierno de turno. “También me parece importante señalar que el congresista que se elija, inmediatamente ocupe un cargo, porque es inmediatamente, al otro día podría ocupar un cargo en el Gobierno nacional”, aseguró Motoa.

Agregó que abrir esa puerta podría ser contradictorio a lo establecido en la Constitución. “A mí me parece que esa posibilidad sí vulnera ese mandato que nos dio el constituyente primario, que nos dio el elector, me parece que rompe ese vínculo entre el congresista elegido y el ciudadano que depositó su confianza en ese parlamentario”, afirmó.

Motoa señaló que aprobar la reforma política con ese punto iría en contravía al sistema de contrapesos que se estableció en la Constitución de 1991 en las diferentes ramas del poder. “Considero que este Congreso de la República no puede desconocer el mandato del constituyente del año 91. Las reformas que aquí aprobemos tienen que profundizar esa separación de poderes. Las reformas que aquí aprobemos tienen que profundizar el sistema de equilibrio de poderes, el principio de pesos y contrapesos, no eliminarlos”, aseguró.

Por ahora la discusión continúa en el Congreso. Uno de los grandes cambios que se ha presentado sobre la propuesta inicial es que la posibilidad de instaurar el voto obligatorio no pasó. Los parlamentarios aprobaron una proposición que eliminó este artículo del proyecto.

Precisamente Motoa fue uno de los que se opuso a esa posibilidad. “Pocos estados en el mundo han establecido el voto obligatorio, esta medida en la reforma política es un capricho que vulnera las libertades ciudadanas que tanto dicen defender algunos. ¡Los colombianos tenemos derecho a decidir si votamos o no! No al voto obligatorio”, afirmó el senador de Cambio Radical.

Por su parte, el senador Alejandro Vega, del Partido Liberal, también se opuso a esa posibilidad. “Basta ya de imposiciones. Incluso el abstencionismo es una manifestación política legítima. Acierta el Senado en no vulnerar las libertades de la ciudadanía”, aseguró Vega.

Otro de los puntos que contempla esta importante reforma para el gobierno de Gustavo Petro es la financiación netamente estatal, cerrar las listas con paridad de género, transporte gratuito para algunas comunidades apartadas el día de elecciones y que los políticos se puedan cambiar de partido durante un periodo específico sin ser sancionados por doble militancia, entre otras.