El presidente Gustavo Petro desató una nueva controversia en medio de la visita que realizó al colegio San Juan Bautista de La Salle, en el municipio de Zipaquirá, donde se graduó en 1976. El jefe de Estado se encontraba dando un discurso y ordenó llevar a la tarima la bandera del M-19, la cual mostró con mucho orgullo.
“A ver, compañero, traiga esa bandera, porque estamos hoy de fiesta. No les gusta que la saquemos, ¿cierto? Pero no va a estar debajo de los colchones”, dijo el primer mandatario. Petro recordó que se conmemora un año más del asesinato de Carlos Pizarro, uno de los líderes de este grupo terrorista, a quien exaltó como un “jovencito que salió a cambiar el mundo”.
“Esa generación derogó la Constitución de 1886. No pudieron otros. Proclamó la Constitución de 1991. Y hoy es parte del Gobierno de Colombia. Así que no se perdió la vida de tanta y tanta gente”, agregó en el evento.
Las palabras y la actitud de Petro desataron una nueva controversia, y varias voces lo criticaron con dureza por exaltar la bandera de un grupo que asesinó a muchísimas personas y que es protagonista de uno de los episodios más negros de Colombia: la toma del Palacio de Justicia en Bogotá, hecho que marcó para siempre la historia.
Acore cuestiona a Petro
La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore) arremetió duramente en contra del presidente por este acto de sacar a relucir este objeto alusivo al M-19. A través de sus redes sociales, la organización recordó a las víctimas de este grupo armado extinto y calificó lo hecho como una “afrenta”.
“Izar la bandera de grupo extinto e ilegal es un hecho de revictimización para miles de colombianos e integrantes de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y una afrenta a la reconciliación nacional”, dijo la asociación.
Asimismo, Acore señaló que las palabras dichas por el líder del Pacto Histórico “continúan minando la unidad nacional”, uno de los principales objetivos que ha prometido este Gobierno desde que llegó al poder.
Otra de las voces en pronunciarse fue la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, que le exigió respeto al presidente por Colombia y sostuvo que los “criminales” son los únicos que sienten empatía por el M-19. “Este acto es una afrenta contra las víctimas del Palacio de Justicia, los más de 500 secuestrados y tantos torturados y asesinados por ese grupo”, escribió en su cuenta de X.
Por su parte, Daniel Briceño, concejal de Bogotá, calificó el acto como una absoluta “vergüenza”, recordando que el M-19 fue un grupo guerrillero, terrorista y delincuencial. “Una cosa es desmovilizarse y otra sentirse orgulloso de los delitos”, afirmó.
Asimismo, la senadora Paola Holguín, congresista del Centro Democrático, señaló que este tipo de hechos “duelen” por Colombia y especialmente por las víctimas que dejó el accionar de este grupo. “Esas expresiones de apología al delito en cabeza de un presidente son estremecedoras, parece que no todos se desmovilizaron y que cada día estamos más cerca de un pasado que creíamos superado”, señaló.