La Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia (Unidiplo), sindicato del Ministerio de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado expresando su preocupación frente al inminente nombramiento de Armando Benedetti como nuevo embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Italia.
En primer lugar, la organización asegura que Benedetti “no cumple con el total de requisitos formales para desempeñarse como embajador, cargo para el cual se exige al aspirante acreditar el dominio de un idioma de uso diplomático distinto al español o del país de destino”.
Adicionalmente, manifiestan que no pertenece a la carrera diplomática, no ha ingresado por concurso público, no ha pasado por el proceso jerarquizado basado en el mérito y no ha tenido que demostrar un proceso de continua especialización en dichos cargos.
Además, mencionan su desempeño como jefe de la misión diplomática en Caracas (Venezuela) como muestra de que no cuenta con experiencia. Incluso, dicen que se corre “riesgo reputacional” con Benedetti al frente de la embajada ante la FAO.
“Durante su misión en Venezuela el señor Benedetti no demostró contar con las capacidades suficientes para ejercer un cargo diplomático. Durante el ejercicio de sus funciones, el ciudadano incurrió en faltas de índole administrativa y disciplinaria, siendo una de ellas la ausencia injustificada de la sede diplomática. Unidiplo considera que insistir en su designación genera un riesgo reputacional para Colombia a nivel internacional”, agregó el sindicato.
Agregan que la participación de Colombia ante los organismos de Naciones Unidas con sede en Roma se gestiona desde hace 24 años desde la Embajada en Italia.
“Esta es una figura comúnmente utilizada para evitar la duplicación de recursos financieros y humanos. Justamente, la mayoría de los países del mundo –incluyendo Estados latinoamericanos como Chile, Ecuador y Perú– acreditan al embajador ante el Gobierno italiano como representante ante la FAO, como ha sido el caso de Colombia desde 1999″, indican en el comunicado.
Unidiplo expresa que las gestiones ante dichas organizaciones son de “naturaleza técnica”, los cuales no se reflejan en la hoja de vida de Benedetti.
“Algunos países que sí cuentan con misiones independientes para la representación ante la FAO, como Brasil y Argentina, en ambos casos tienen designados embajadores de carrera diplomática al mando de sus delegaciones”, mencionan.
También tienen en cuenta que será un impacto en el presupuesto, dado que en Roma operan las embajadas ante Italia y la Santa Sede.
“La apertura de una tercera iría en contravía del Plan de Austeridad del Gasto de la Cancillería. Abrir una nueva misión diplomática le genera al Estado compromisos financieros importantes en materia de: gastos de funcionamiento, pago de salarios, gastos de representación, compra de vehículo oficial, alquiler y dotación de sede y de residencia del embajador, entre otros. Estos esfuerzos económicos podrían redirigirse a la creación de nuevas representaciones de Colombia en lugares con apremiantes necesidades de prestación de servicios consulares y/o de presencia diplomática, previamente identificados”, agregan.
Incluso, advierten que no tenían conocimiento de que se buscaba abrir la representación ante la FAO, dado que no fue incluido en el Plan de Aperturas de nuevas Embajadas y Consulados de 2023.
“Por ello, resulta necesario conocer cuál fue el proceso de toma de decisión detrás de la apertura de esta misión y los documentos técnicos que dan cuenta de su conveniencia”, indicó.
Finalmente, Unidiplo hizo un llamado para priorizar el mérito en la política exterior. De acuerdo con ellos, hasta la fecha hay 71 misiones diplomáticas, de las cuales solo 22 son lideradas por embajadores de carrera diplomática y consular.