El excandidato presidencial Rodolfo Hernández no se quedará quieto en el 2023 y actualmente analiza cuál sería el mejor escenario para moverse electoralmente.
Aunque el millonario constructor visitó la Gobernación de Santander hace tres semanas, recorrió algunas oficinas, tomó café con varios asesores de despacho y pidió información financiera sobre cómo estaba administrativamente el departamento, una aspiración departamental no lo trasnocharía.
Hernández tiene claro que si aspira a la Gobernación y resulta triunfador, sus investigaciones que arrastra desde su Alcaldía de Bucaramanga pasarían nuevamente a manos de la Corte Suprema de Justicia, que le demostró recientemente que está dispuesta en avanzar con sus procesos y tomar decisiones en su contra.
Hernández contempla aspirar nuevamente a la Alcaldía de Bucaramanga, pero sería medirse en un escenario que ya conoce.
Por eso, no está descartando la Alcaldía de Bogotá. Hernández tiene claro que ni el Pacto Histórico ni los sectores de derecha tienen un candidato fuerte que compita por el Palacio de Liévano y él podría ser un jugador importante. Así se lo hicieron saber varios empresarios en junio pasado en el Hotel Cosmos, en el norte de la capital.
Su equipo más cercano parte de la idea de que el ingeniero santandereano obtuvo 833.000 electores en la primera vuelta presidencial en la capital del país y más de 1.400.000 en la segunda. Es decir, los bogotanos ya saben quién es Hernández.
Además, el ingeniero no ha sido un crítico fuerte de Gustavo Petro, cuyo Pacto Histórico promete moverse políticamente para poner el sucesor de Claudia López. Tampoco ha sido un opositor a la actual alcaldesa. Es más, Hernández tiene cercanía con la senadora Angélica Lozano, la esposa de la mandataria.
SEMANA conoció que una de las personas que ha motivado una eventual candidatura por la Alcaldía de Bogotá de Rodolfo Hernández es Carlos Ramón González, uno de los copresidentes de la Alianza Verde, además, cercano al presidente Petro.
La entrante semana, Hernández empezará a pedir, a través de derechos de petición, información financiera que le permita identificar en qué condiciones está el Palacio del Liévano que maneja la alcaldesa Claudia López, es decir, repetirá el ejercicio político que hizo con la Alcaldía de Bucaramanga y la Gobernación de Santander.
Prueba del interés de Hernández por Bogotá lo confirman indirectamente algunos de sus más cercanos colaboradores, quienes en los últimos días han compartido un fragmento de una entrevista del candidato a la Alcaldía de Medellín, Gilberto Tobón.
“Sigo siendo cercano a Rodolfo Hernández”, dijo Tobón en la entrevista, mientras el periodista le pregunta si él hubiera sido un buen presidente. “Es muy difícil de controlarlo, es muy inteligente. Le digo: no han sabido leer la renuncia de él al Senado. Yo no creo que el ingeniero vaya por la Gobernación de Santander ni por la Alcaldía de Bucaramanga. Él no va a seguir dando puños allá. Él va por la Alcaldía de Bogotá y de pronto se la corona”, afirmó el abogado paisa.
Tobón argumentó que la capital del país es una metrópolis. “Yo saqué la mayoría de mi votación allá, es voto de opinión. Yo tengo buen olfato”, destacó.
Más allá de cualquier decisión política, Rodolfo Hernández tiene encima dos chicharrones que tiene que resolver. El primero es tratar de levantar jurídicamente la suspensión temporal impuesta por el Consejo Nacional Electoral a su partido, Liga de Gobernantes Anticorrupción. Según el organismo electoral, en el partido debía estar presente la excandidata vicepresidencial Marelen Castillo. Además, quien fuera aspirante a la presidencia deberá sortear sus líos judiciales, hoy en manos de la Fiscalía.