Las elecciones regionales de 2023 definitivamente ya encendieron motores. Así lo prueban las últimas movidas que han venido haciendo los partidos, que poco a poco han ido poniendo a sonar nombres para medir el pulso frente a la opinión pública.
Sin embargo, lo que hizo este domingo el presidente del Senado, Roy Barreras, resultó completamente atípico: lanzó a Germán Vargas Lleras, hoy contradictor político suyo, como candidato a la Alcaldía de Bogotá, uno de los cargos más importantes del país.
“Que no me fusilen mis compañeros en el Pacto, pero @German_Vargas podría ser un gran alcalde para Bogotá. La objetividad y el equilibrio en los juicios debe primar sobre las antipatías”, expresó Barreras de manera elogiosa sobre el jefe natural de Cambio Radical.
El comentario del presidente del Senado se dio a propósito de la columna que publicó Vargas Lleras este domingo en el periódico El Tiempo, titulada Presos en Bogotá, en la cual se refiere a la dificultad para movilizarse en la capital del país.
No obstante, Barreras aprovechó el comentario elogioso para lanzar una dura pulla a Vargas: “Habría que ver si alguien le inyecta sensibilidad social y una pizca de humanidad”.
El comentario de Barreras resulta llamativo si se tiene en cuenta que Vargas Lleras ha sido particularmente crítico con él y con el gobierno del Pacto Histórico. De hecho, Cambio Radical, a pesar de haberse declarado en independencia, hoy está actuando como partido de oposición.
Hace apenas dos semanas se produjo un duro encontronazo entre estos dos líderes políticos, luego de que el exvicepresidente publicara una columna en la que señala que, en el Congreso, que es presidido por Barreras, hay una “dictadura”.
En el texto, Vargas Lleras critica que “sin mayor debate, a pupitrazo y votando decenas de artículos en bloque, como ocurrió con la reforma tributaria en Comisiones conjuntas, pretende el Gobierno del llamado cambio en tan solo dos semanas evacuar el Presupuesto Nacional, la compleja ley de orden público o el marco legal para la paz total, el acto legislativo de reforma política, la Corte Agraria, el consumo recreativo del cannabis, el Código Electoral y, por supuesto, la mencionada reforma tributaria”.
Asegura que “ante la mirada atónita de las menguadas fuerzas de quienes no están en el Gobierno y abusando del mensaje de urgencia para no perder un minuto en debates para ellos estériles, las mayorías ahora practican lo que por años criticaron”.
Estos comentarios no cayeron bien en Barreras, quien le respondió que en el Legislativo “no hay dictadura” y que, por el contrario, “hay eficiencia”. “El Congreso del cambio se renovó en más del 60 % y los partidos históricos se liberaron y se sintonizaron con los vientos del cambio. Falta un partido aún bajo coyunda autoritaria”, escribió.
Y luego le lanzó un duro sablazo: “El exvicepresidente fue muy buen exministro y muy eficiente en su relación con el Congreso. Entiendo que no le gustó que aprobáramos Escazú, la Ley de Orden Público y las reformas política y tributaria en los tiempos previstos. Él también está en ‘resistencia’ al cambio”.