A pesar de ser coordinador ponente del proyecto, es decir, fue uno de los constructores del texto para su debate, el senador del Pacto Histórico, Roy Barreras, le pidió al Gobierno retirar la reforma política.
“Sin lista cerrada y paritaria de género (que fue siempre desde hace siete años cuando firmé el punto 2 del acuerdo de paz en nombre del Estado, mi única exigencia) la reforma política pierde su esencia. Pido al Gobierno autor del proyecto retirarla”, apuntó el senador y presidente del Congreso.
Con este pedido, además de sepultar el proyecto, Barreras se quita la paternidad de la reforma y le deja toda la responsabilidad al gobierno del presidente Gustavo Petro, quien ve de esta manera como se hunde su primer proyecto de ley.
Barreras, en todo caso, le pidió “al Gobierno autor de la reforma política y partícipe de las ponencias retirarla, pero presentar la reforma que el país necesita el semestre entrante. Habrá reforma. El Gobierno no termina el 20 de julio. Nos quedan tres años para limpiar la democracia de clientelismo”.
Lo dicho por Barreras se da apenas horas después de lo dicho por el presidente Gustavo Petro, quien le dio lo que sería su estocada final al polémico proyecto que cursa en el Congreso.
El jefe de Estado, por medio de su tribuna favorita, Twitter, lanzó varios sablazos en contra de la reforma política, advirtiendo directamente que en su contenido no queda ningún tema progresista, sumándose a las voces que desde el Pacto Histórico han tomado la decisión de apartarse del controversial proyecto.
De la misma manera, el mandatario colombiano indicó que la iniciativa no tiene en cuenta lo esencial, ya que no existe igualdad de curules para hombres y mujeres, sin una adecuada financiación del Estado.
“Creo que en la reforma política no queda ningún tema progresista. Sin listas cerradas y cremalleras; es decir, que permitan igualdad de curules para hombres y mujeres y sin financiación estatal de las campañas, la reforma no aporta a un avance en la calidad de la política”, trinó Petro.
Micos
La debacle de la reforma política se dio luego de que se conociera la molestia de varios congresistas que consideran que a la ponencia para quinto debate se le metieron varios “micos” que hacían inviable la aprobación de la reforma política, ya que buscaría beneficiar a algunos legisladores directamente.
En ese sentido, eran, por lo menos, cuatro ‘orangutanes’ que tendría esta iniciativa que es impulsada por el Gobierno Petro y defendida por el ministro del Interior, Alfonso Prada.
Uno de los puntos que más generó molestia fue el artículo que permitiría pasar a los congresistas al Ejecutivo. Lo escrito en la ponencia indica que los legisladores podrían ser ministros y volver al Legislativo sin problema alguno. Esto quiere decir que si se van al Gobierno y les va mal, la curul los estaría esperando.
El otro “mico”, según la ponencia, permitiría una reelección inmediata de los legisladores. “Para el período de transición al nuevo sistema de democratización interna para la selección de los candidatos que integrarán las listas cerradas y bloqueadas de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica, se utilizarán los diferentes mecanismos establecidos en el artículo 107 y en la ley. Para la organización de esas listas, por una única vez se podrá tener en cuenta el orden de elección, sin condicionamiento de género, del último período constitucional para la respectiva corporación”.
Esto significa que quienes fueron elegidos conservarían la misma posición en la lista, lo que ha generado gran molestia en diferentes sectores.
Otro punto polémico es que los congresistas podrían participar en las elecciones de alcaldías y gobernaciones en cualquier momento porque se eliminarían las inhabilidades que existen. Actualmente, si un legislador quiere participar en dichos comicios, debe renunciar un año antes de la elección para no quedar inhabilitado.
Como si esto fuera poco, el transfuguismo seguía vivo y permitiría, por una sola vez, el salto de un partido a otro sin problema alguno. Ese tema es preocupante porque ya en Colombia hay cerca de 40 colectividades.