La saliente ministra de Minas sorteó todas las tormentas posibles en el tiempo en el que estuvo en el cargo. Pero no pudo con la última: la revelación de que habría incurrido en un tráfico de influencias para poder llevar a su hijo al extranjero sin el tradicional permiso que debe firmar el padre o madre que no viaja con ellos.
Nadie en el gobierno salió a defenderla por haber usado su cargo para saltarse ese requisito. Y al final la ministra tuvo que irse. “Nadie dijo que sería fácil, pero aquí nadie se rinde”, dijo y adjunto una carta que parecía más una proclama que la renuncia de una alta funcionaria a uno de los puestos más estratégicos del Estado.
La Cancillería, pocas horas antes, había afirmado que no tuvieron nada que ver con ese procedimiento que se llevó a cabo en enero de este año. SEMANA consultó al Ministerio de Relaciones Exteriores por la denuncia que hicieron desde el sindicato de Migración Colombia (Osemco), en la que señalaron que supuestamente desde la Cancillería hubo una llamada de un funcionario para permitir que el hijo de la ministra saliera sin los permisos correspondientes. “No se hizo ninguna gestión en eso”, aseguraron.
Sin embargo, la versión del presidente del sindicato de Migración Colombia, Juan Felipe García, que habló directamente con el funcionario implicado, es distinta. Según le dijo a esta revista, hubo una llamada de la ministra Vélez y otra de un trabajador de la Cancillería, que no ha sido identificado, que pidió ayudarle al hijo de la alta funcionaria del Gobierno Petro a salir del país.
“En el mes de enero, el hijo de la ministra iba a salir del país, pero le faltaba un documento. Ella estaba en ese momento en Suiza con el señor presidente, iba a salir el hijo, pero faltaba la autorización por parte de ella. En ese momento, el funcionario hace su trámite pertinente, iba a negar la salida, se lleva a la supervisión de la persona encargada y en ese momento la persona queda con el menor”, le dijo García a SEMANA.
Agregó que fue la misma ministra Irene Vélez quien se contactó con el funcionario y se comprometió a entregar la documentación pertinente en las próximas horas si le colaboraban, porque el avión iba a partir pronto.
“Llama directamente la ministra al funcionario, donde se llega a un acuerdo, se tiene plenamente identificada que era la madre, por conocimiento público. Entonces se llega a un compromiso, se hace un correo que se redacta y se deja la evidencia y demás, y se queda a la espera de que ella, en Suiza, se iba a acercar para cargar en la plataforma el respectivo proceso y del soporte”, afirmó el presidente del sindicato de Migración.
“Las llamadas las hizo directamente la ministra”, dijo García.
Sobre el contacto que habría establecido la Cancillería, el presidente del sindicato dijo que no hay claridad de qué funcionario fue quien marcó propiamente al agente de Migración, aunque aclaró que el contacto sí se hizo, según la información del propio funcionario involucrado. Cabe recordar que Migración es una entidad que hace parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, por lo que se trataría de sus superiores.
De todas maneras, el funcionario aclaró que dejó toda la evidencia de lo sucedido en un correo electrónico oficial. Se ha anunciado que el funcionario está siendo investigado por la oficina de control interno de Migración Colombia.
Sin embargo, la alerta que han hecho desde Osemco es que se trataría de un simple funcionario que cumplía con su trabajo, pero que evidentemente no tenía otra salida que obedecer a sus superiores, además, es de origen humilde y llevaba poco tiempo en el cargo.
“En referencia a la presunta salida irregular de menor de edad del país, hijo de una alta funcionaria, Migración Colombia informa que se adelanta actuación disciplinaria dentro de los términos legales y está bajo reserva (art. 115 Código General Disciplinario)”, este es el único pronunciamiento oficial que ha hecho la entidad.
La ministra se fue del puesto por este escándalo, pero no cesará el problema para ella. Tanto la Procuraduría como la Fiscalía están investigando y los procesos que tendrá que responder apenas comienzan.