Siguen conociéndose revelaciones sobre la polémica gestión del exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Cuando ya había estallado el escándalo y el presidente Gustavo Petro estaba a punto de pedirle la renuncia, López tomó varias decisiones cuestionables.
Estas se basan en dos resoluciones firmadas por Sneyder Pinilla, quien renunció a la subdirección de Desastres de la entidad en las últimas horas y quien, según dijo el secretario de Transparencia de la Presidencia, también podría llegar a ser investigado.
El Tiempo denunció que Pinilla firmó una de esas resoluciones por 15 mil millones de pesos para su municipio, Sabana de Torres, Santander, para atender la emergencia por el fenómeno de El Niño, luego de que el alcalde de ese lugar, Darío Caballero, hiciera la solicitud el pasado 23 de febrero.
El segundo giro por 180 mil millones de pesos estaba destinado para la construcción de la subestación de bomberos de la región de Toporoco en Girón, Santander, y la construcción de un acueducto. Según el documento, el alcalde de Girón, Campo Elías Ramírez, había solicitado ese apoyo desde el 14 de febrero.
Además, se habría destinado un giro adicional por 231 mil millones de pesos para Uribia, La Guajira, el mismo lugar en donde están parqueados los carrotanques para suministrar agua potable a esa región.
En esta ocasión, se buscaba con ese contrato solventar una solicitud del alcalde Jaime Buitrago para la construcción de un sistema de tratamiento de agua y un acueducto urbano.
SEMANA conoció otras resoluciones que evidencian que Olmedo López entregó responsabilidades a Sneyder Pinilla en medio de esos procesos. La primera fue firmada el 14 de febrero en la que se le “delega” por parte de López a Pinilla la facultad de contratación “sin límite de cuantía” de los distintos fondos que maneja la unidad, entre otras responsabilidades.
Otra resolución firmada el 23 de febrero le adiciona la facultad de “transferir” recursos del Fondo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (FNGRD) a los Fondos de Inversión Colectiva (FIC) para financiar proyectos específicos, que serían los anteriormente mencionados. Ese documento está firmado por el exdirector de la Unidad y le entrega esas responsabilidades a Pinilla.
Una tercera resolución del 26 de febrero, es decir, tres días antes de que le pidieran la renuncia a López, el exdirector firmó otro documento en el que se suprime la resolución del 14 de febrero por un error en esa resolución.
Todo esto se suma a las polémicas que ya se han conocido de la gestión de López que lo dejaron a él y a sus subdirectores por fuera del cargo y con varios investigaciones encima. Por hechos relacionados a los contratos de los carrotanques para La Guajira, López, Pinilla y Víctor Meza, ex subdirector general de la unidad, están siendo investigados y podrían ser sancionados por los entes de control si se comprueba su responsabilidad en las presuntas irregularidades que se habrían cometido.
Una de las grandes dudas son las decisiones que tomará el nuevo director Carlos Carrillo, quien deberá enfrentar varias de estas polémicas que van avanzando. Por ejemplo, ¿qué decisión tomará sobre estas nuevas resoluciones que despiertan polémica, pero que quedaron frenadas por errores de procedimiento y que pretendían ser ejecutadas por López y sus subalternos?
A toda esta novela de Olmedo López se le suma la casa que el exdirector de la entidad compró en Itagüí, al sur de Medellín, en la que también hay serios cuestionamientos especialmente por el valor en que se adquirió y porque fue en medio de la polémica licitación de los carrotanques. En medio de la tormenta por la salida de su cargo, López declaró la “afectación de vivienda familiar” para proteger que pueda llegar a ser embargada.