El proyecto de ley que busca prohibir las prácticas taurinas en el territorio nacional se encontró con un duro obstáculo este martes –27 de diciembre– en la Plenaria de la Cámara, donde la aguda discusión llevó a que no se pudiera avanzar.
A pesar de que hace poco menos de un mes la iniciativa fue aprobada con amplias mayorías en la Comisión Primera de la Cámara, donde hay una importante presencia de congresistas de corte liberal, la prueba más dura para esta iniciativa es en la plenaria, donde generalmente el proyecto termina naufragando.
Este es un asunto que siempre genera una aguda discusión, tanto que en los últimos años se han hundido siete proyectos que tenían este mismo propósito.
En esta oportunidad, a pesar de que los congresistas no hundieron de manera directa el proyecto, sí lograron que se aplazara el debate, al considerar que primero se necesitaba hacer una serie de audiencias públicas en las diferentes regiones del país para recoger la voz de la ciudadanía.
Si bien puede resultar loable esta propuesta, presentada por sectores conservadores y del Centro Democrático, en la práctica significa demorar el trámite de la iniciativa e incluso pone en duda que se le pueda dar discusión este semestre, pues mientras se hacen estas audiencias públicas el proyecto se va quedando sin espacio.
No se puede olvidar que a partir de las próximas dos semanas llegarán a las plenarias de Senado y Cámara temas álgidos como la reforma tributaria, la ley de presupuesto, la reforma política, entre otras, que tienen mensaje de urgencia, por lo que deben tener prioridad.
El contenido
En caso de que la iniciativa se convierta en ley de la República, las prácticas taurinas tales como corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas, encierros y suelta de vaquillas, festivales cómicos taurinos y de aficionados prácticos, quedarán prohibidas en el país.
El argumento principal del representante Juan Carlos Losada, autor del proyecto, para defender esta iniciativa está enmarcado en la necesidad de avanzar en el reconocimiento de los animales como seres sintientes y la obligación de que sean sujetos de una protección constitucional y legal especial.
Respecto a los comentarios de los detractores que señalan que las corridas de toros son una práctica cultural y que los taurinos son minoría, Losada señaló: “La cultura está en movimiento, la cultura no es estática, así lo ha reconocido la Corte Constitucional y por eso lo que ha dicho la Corte es que el Congreso tiene la potestad en el momento en que sienta que hay transformaciones sociales que merecen nuevas medidas, que se puedan hacer sin ningún tipo de restricción, luego es mentira que los taurinos tienen una protección constitucional”.
El representante agregó: “Debemos proteger la vida de los que no tienen voz y defender un país donde la cultura no sea sinónimo de violencia y muerte”.
El proyecto contempla, además, que el Gobierno nacional cuente con seis meses, una vez se expida la ley, para garantizar programas efectivos de reconversión económica para las personas que demuestren que sus ingresos y sustento económico principal se derivan de las corridas de toros.
La iniciativa genera tanta discusión que en los últimos días se radicaron 407.587 firmas digitales que se recogieron a través de la plataforma Change.org en el marco de la petición #ColombiaSinToreo, que lidera Eduardo Peña, representante de la Organización Colombia Sin Toreo, y que representa el interés de miles de colombianos que se oponen a que las corridas de toros continúen en el país.