El senador Gustavo Bolívar, uno de los principales alfiles del petrismo, pero quien ha criticado a compañeros de su bancada, arremetió contra el senador Roy Barreras, quien le ganó la presidencia del Senado. Dijo que, supuestamente, el próximo presidente del Congreso no quisiera iniciar de nuevo con la elección del nuevo contralor porque quiere tener uno que le convenga a sus intereses.

“Huele mal. Roy está en campaña por una candidata del actual contralor para garantizar el tapen tapen cuatro años más. Varias personas del Pacto me han llamado a abogar por ella. Esa lista fue manipulada y hay que tumbarla. Seguro me derrotan pero la gente votó por un cambio no lo olviden”, comentó el senador del Pacto Histórico.

SEMANA conoció que el nombre que le causa escozor a Bolívar es el de María Fernanda Rangel Esparza, una de las diez candidatas en la lista sobre la que el nuevo Congreso deberá elegir contralor general, y una de las dos únicas mujeres que se encuentran en ese listado.

¿Quién es Rangel Esparza? Se trata de una alta funcionaria de la Contraloría, directora de la Dirección, Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari). Su jefe inmediato es el contralor general Felipe Córdoba.

Rangel ha estado envuelta en algunas polémicas. En una de ellas se dijo que supuestamente había estado involucrada en el caso de corrupción del senador Mario Castaño, sin embargo, la Fiscalía desestimó que fuera así.

Otro hecho que la ha puesto en el ojo del huracán es que es una de los tres candidatos para contralor general que la Fiscalía confirmó que tienen procesos abiertos, en su caso, dos por los delitos de estafa y hurto.

Esparza aclaró el hecho diciendo que se trató de una red criminal que se encargó de falsificar firmas, entre ellas la suya y la de otros funcionarios del Ministerio del Interior, cuando ella se desempeñaba como secretaria general de esa cartera.

Según su explicación, los delincuentes usaban los nombres de los funcionarios para emitir falsas solicitudes de ofertas económicas sobre procesos de contratación de la entidad y engañar a los ciudadanos. “Como consecuencia de ello, se vio afectado el patrimonio económico de las personas que fueron víctimas del actuar criminal de esta red”, explicó Rangel en su momento.

Sobre la pelea de Bolívar con su mismo partido, el senador ha venido insistiendo en que el proceso de elección del próximo contralor general debería volver a arrancar, porque varios de los aspirantes continuarían con lo que ellos criticaron en campaña y que prometieron “cambiar”.

Bolívar presentó en los últimos días un recurso para solicitar una comisión accidental en el Congreso para que se pueda presentar una nueva lista, argumentando varias razones. “La actual no cumple con cuota de género, fue convocada fuera de tiempo, no se respetaron puntajes altos y hay candidatos investigados por corrupción”, dijo Bolívar. Sin embargo, no sería un proceso sencillo y es poco probable que suceda.

El senador petrista ha sido uno de los principales contradictores a los diez candidatos a contralor de la República. Reclama que supuestamente habrían sido elegidos por los políticos tradicionales y que, por lo tanto, no serían óptimos para cumplir sus funciones.

“Un contralor, elegido por políticos tradicionales, jamás vigilará los recursos de la nación, departamentos y alcaldías. Llegan a tapar robos de sus amigos y a llenar de burocracia la entidad para pagar favores. Tenemos mayorías. Podemos elegir alguien honesto. No le fallemos a Colombia”, pidió Bolívar, pero sus plegarias parecen no ser escuchadas por los mismos miembros de su partido.

Por otro lado, el senador se ha convertido en una piedra en el zapato para el mismo Pacto Histórico y para el nuevo gobierno. Bolívar ha sido uno de los que más ha cuestionado las acciones de Roy Barreras, incluso, generó molestia que quedara elegido como nuevo presidente del Senado, ya que él también quería el cargo, y porque considera que Barreras viene de la vieja clase política tradicional que juraron dejar atrás.