En la tarde de este viernes 16 de junio se lleva a cabo el cuarto y último debate, en la plenaria de la Cámara de Representantes, del proyecto de reforma al Código Electoral Colombiano, con el fin de determinar si se hunde en este último paso o si se convierte en ley.
Vale la pena destacar que uno de los problemas que ha generado esta reforma son los tiempos, dado que la iniciativa contó con muy poco -dos semanas en llegar a la Cámara de Representantes- para ser sometida a un fuerte debate, el cual también puede tardar por la complejidad del articulado y las críticas provenientes de varios frentes.
La reforma al Código Electoral deberá surtir sus cuatro debates antes del 20 de junio, fecha en la que se acaban las sesiones ordinarias, por ser Ley Estatutaria. En caso de que no pueda cumplir dichos tiempos, la iniciativa, respaldada por el Gobierno y liderada por el registrador Alexander Vega, se hunde.
“Confío en el buen rumbo que lleva a pesar de los tiempos justos. La actualización de esta legislación a los nuevos tiempos es una necesidad”, sostuvo el senador del Partido Liberal Alejandro Vega.
No obstante, este proyecto de reforma es visto como un peligro y un riesgo para generar corrupción y afectar la democracia, ya que en su artículo 245 propone que la contratación de la Registraduría en los procesos electorales venideros sea asunto de seguridad nacional. En este sentido, la alarma se genera porque causar contratos con esta característica implica que la información dispuesta no sea pública. Por ello no pueden ser considerados como un objeto de control ciudadano.
Asimismo, esta reforma no garantizaría transparencia y generaría que se pueda ocultar información crucial para los ciudadanos en jornadas electorales.
El camino de la reforma
El pasado 7 de junio fue aprobado en su tercer debate el proyecto de Código Electoral en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes. A pesar de que se había anunciado que se congelarían las reformas hasta nuevo aviso, lo cierto fue que se avanzó en ese debate y logró ser aprobado. Ahora solo le resta el paso por la plenaria de la Cámara para que se convierta en ley.
Por eso, algunos congresistas han hecho varias alertas sobre el articulado que fue aprobado. Una de ellas tiene que ver con los superpoderes que se le darían al registrador nacional, en este caso Alexánder Vega.
Por ejemplo, una de ellas es el artículo 11 que fue aprobado y abriría un boquete para que Vega -o quien lo suceda en el cargo- pueda nombrar delegados regionales y registradores especiales y auxiliares, lo cual puso en alerta a varios parlamentarios porque consideran no solo que sería inconstitucional, sino que conllevaría a mayor burocracia en la entidad.
Por su parte, el representante Julio César Triana, de Cambio Radical, alertó que la implementación del voto electrónico podría verse afectada por la falta de conectividad y acceso a internet que hay en algunas regiones del país.
“En el 2020 planteamos que el voto electrónico se iniciaría como una especie de muestra en el exterior, hoy y muy a mi pesar, se incluyó un parágrafo transitorio que hace que el voto electrónico mixto entre en vigencia en el 2029″, aseguró el congresista.
Cabe recordar que el Senado de la República aprobó hace un mes en segundo debate la reforma al Código Electoral, proyecto liderado por el registrador Alexander Vega y que cuenta con el apoyo del Gobierno nacional. Con 55 votos a favor y seis en contra, en medio de críticas provenientes tanto de la oposición como de la bancada oficialista, la polémica iniciativa logró salvarse de ser archivada por tiempos.
La iniciativa, que busca modernizar el sistema electoral colombiano, es foco de todo tipo de críticas por varios de sus artículos por posible falta de garantías en elecciones y un supuesto favorecimiento al registrador Vega.
Se aprobó el polémico voto electrónico, pero el Centro Democrático logró que se implementara de forma mixta, a partir de 2029 y de forma progresiva. Una de las preocupaciones de la colectividad es que esta medida sea una puerta de entrada al fraude por posible manipulación del sistema.
Por estas inquietudes, se decidió crear una comisión asesora que entregue recomendaciones para la implementación.
Otro punto polémico que se aprobó en la plenaria son las facultades al registrador nacional para determinar las condiciones y características de seguridad de la cédula de ciudadanía. Además, se logró consenso alrededor de la recategorización del cargo de registrador municipal, que será de nivel profesional.
Entre otras cosas, se aprobó ampliar la jornada electoral hasta las 5:00 p. m. y se autoriza el transporte colectivo gratuito, con el fin de facilitar el voto ciudadano.
Al mismo tiempo, varios artículos polémicos se hundieron. El empadronamiento, que consistía en informar a la Registraduría sobre cambios de domicilio y las multas a quienes no reporten esa información, fue eliminado por el Senado.
El voto anticipado también se descartó, con el que los colombianos iban a poder votar durante varios días y no en una sola jornada. Esto provocó críticas de senadores como Paloma Valencia, quien aseguró que esto podría abrir las puertas al fraude.
A pesar de este triunfo, los parlamentarios que apoyan la iniciativa resaltan que los tiempos son justos y aún corre riesgo de hundirse.
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“Fueron más de diez horas en la sesión, más de 270 proposiciones estudiadas, analizadas y presentadas por todos los partidos. Con esta reforma actualizamos una legislación que no estaba con los retos de la democracia colombiana, que estaba vigente antes de la Constitución de 1991″, expresó el senador Alejandro Vega tras la aprobación.