Meses después de la instalación de los diálogos de paz, la delegación del Gobierno de Gustavo Petro reconoció las bases del grupo armado del ELN, las cuales corresponden a una organización armada.
Por medio de un comunicado de prensa, el Alto Comisionado para la Paz junto con la Delegación de Paz del Gobierno nacional dieron a conocer una serie de consideraciones correspondientes a los diálogos que se han venido llevando a cabo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En primer lugar, señaló que el Gobierno de Colombia reconoce al ELN en su carácter político como una organización armada rebelde, así como la aplicación del DIH en la confrontación que el Estado todavía sostiene en las regiones contra el grupo subversivo.
“Este reconocimiento queda plasmado en la arquitectura institucional de la actual Mesa de Diálogos de Paz, que al día de hoy ha adoptado nueve acuerdos políticos”, indicó el alto comisionado al hacer énfasis en lo logrado en el Acuerdo de México, el cual contiene los seis puntos de la agenda.
Adicionalmente, la entidad declaró que la mesa de diálogo está soportada jurídicamente por la Constitución y el orden legal de Colombia, aparte del reconocimiento internacional por parte de los países garantes y acompañantes del proceso y Naciones Unidas. Con respecto a la ONU, el alto comisionado señaló que el Consejo de Seguridad ha depositado instrumentos y documentos que demuestran los avances del diálogo de paz.
En materia de política de seguridad, defensa y convivencia ciudadana, la entidad señaló que estas están basadas bajo los principios de seguridad humana, priorizando la protección de la vida, personas de la naturaleza y las libertades de los ciudadanos.
“El Gobierno está sintonizado por completo con el clamor de la población civil y ve con profunda preocupación la continua degradación del conflicto armado y la mayor injerencia de las economías ilícitas, lo cual continúa generando sufrimiento en las comunidades”, describe el comunicado sobre la necesidad de lograr un cese al fuego por parte de los agentes partícipes.
Sumado a ello, el alto comisionado sostuvo que el Gobierno busca generar acciones y dinámicas humanitarias que permitan impulsar las transformaciones territoriales que alcancen la justicia social, ambiental y económica, así como para condenar cualquier manifestación de paramilitarismo.
“A lo largo de los seis meses en los que ha transcurrido este proceso de Diálogos de Paz, hemos registrado que avanzamos con solidez”, afirmó la entidad al señalar que el ritmo tomado por la mesa de negociaciones ha logrado consensos que nunca se habían logrado con el ELN. “Por ello, en el presente ciclo buscaremos lograr acuerdos en materia de cese al fuego de carácter bilateral, medidas de protección a la sociedad civil como un arraigo territorial y en materia de participación de la sociedad”.
Esta declaración es la respuesta a los señalamientos hechos por el ELN, los cuales afirmaron que la mesa de diálogo estaba en crisis. La organización sostuvo que las negociaciones no pueden depender de cada declaración que da el mandatario Petro.
Por medio de un comunicado, la organización insurgente declaró que “los diálogos de paz no pueden estar sometidos a los vaivenes en las declaraciones públicas del presidente que, al final, desconoce a la Delegación del Gobierno, a los países garantes, a los acompañantes permanentes y a los países acompañantes”.
Sumado a ello, el comandante del ELN, Antonio García, sostuvo que las afirmaciones que dio el presidente el pasado 12 de mayo eran delicadas. Por medio de un discurso ante los generales de la Cúpula Militar, Petro indicó que los negociadores “se sientan en la mesa y hablan, pero ¿mandan? Ahí cada uno de nosotros tiene muchos interrogantes. ¿Realmente mandan?”.
Adicionalmente, la cabeza del Ejecutivo señaló que la mayoría de las estructuras guerrilleras en realidad se dedican a los negocios ilegales, que llevan a la economía ilícita y, por consiguiente, van en contra de la verdadera ideología.