Toda una tormenta política se ha generado en el país tras la decisión del ministro de Defensa, Iván Velásquez, de suspender de forma indefinida los ataques a organizaciones ilegales a través de bombardeos, porque con estos no se puede controlar de forma efectiva que no haya afectación de la población civil.

La decisión, que fue señalada en principio como el freno a bombardeos por la presencia de menores en las filas de las organizaciones ilegales y la posibilidad de afectar a la población civil, fue aclarada por el ministro, quien dijo “estas acciones en esta dirección tienen que concluir. Los bombardeos deben ser suspendidos”.

Este anuncio, como era de esperarse, generó los aplausos de los sectores cercanos al Gobierno, que han visto esto como un avance en materia de derechos humanos.

Pero, sin duda, uno de los pronunciamientos más llamativos es el que acaba de hacer el Partido Comunes, colectividad surgida del acuerdo de paz entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc, organización que tuvo menores de edad en sus filas.

Comunes consideró la decisión del Ministerio de Defensa como una “buena noticia”, pues implica que se “respeta la vida”.

“Es una buena noticia que desde el Ministerio de Defensa se anuncie la suspensión de bombardeos donde hay menores de edad. Se respeta la vida, demuestra voluntad de diálogo y cambio de orientación a la fuerza pública, ya no es una exigencia presidencial el cumplir con un número de bajas”, indicó la colectividad.

El anuncio del ministro de Defensa, sin embargo, también ha despertado las más feroces críticas de los sectores de la oposición, que consideran esto como un “error gigantesco”.

“Esto lo único que produce es, uno, que recluten, y dos, que paralicen a la fuerza pública (...) Esto lo que va a tener en un par de años es tener un país que se va a parecer más a México, es la mexicanización de la violencia en Colombia y una fuerza pública entregada a no hacer nada, como muchas veces pasó por cuenta de un liderazgo tan funesto como el que está teniendo el ministro de Defensa y el presidente″, señaló el exvicepresidente y exembajador de Colombia en Estados Unidos Francisco Santos.

SEMANA indagó las implicaciones de esta decisión y son claras. Es en la práctica la suspensión inmediata de este tipo de ataques, es obvio que ninguno de estos hace directo contra la población civil, eso es un daño colateral que está implícito en ofensivas de esa dimensión; también explicaron que es un hecho que buena parte de las estructuras ilegales están compuestas por menores de edad que son imposibles de identificar y resultan convertidos en carne de cañón.

Al tomar la decisión de priorizar el respeto a la vida y a los derechos humanos, en especial de los niños, la suspensión tendrá que hacerse oficial para toda tropa, tal como lo manifestó el ministro Velásquez.

“Hay que privilegiar siempre la vida sobre la muerte y no se pueden desarrollar operaciones que pongan en peligro la población civil y en la condición de los menores, forzosamente reclutados, es que estas acciones en esta dirección deben concluir”, dijo el ministro.

Sobre los menores de edad que han muerto en bombardeos de la fuerza pública, señaló que son hechos que no se pueden repetir. “No se pueden desarrollar operaciones de un lado absolutamente que pongan en peligro a la población civil, pero tampoco en la consideración de estos menores forzosamente reclutados, que se repitan actos muy dolorosos del pasado”, añadió el ministro.

Este tipo de ataques, muy efectivos en la guerra por la capacidad de hacer daño a los ilegales, ha tenido muchas críticas, justamente porque en medio de varios de ellos han caído personas inocentes o que no tenían vínculo con las organizaciones que son el objetivo. Por eso, al anunciar la decisión, el ministro Velásquez afirmó que la prioridad para el Gobierno de Gustavo Petro es el respeto por el derecho a la vida y a los derechos humanos.