SEMANA: ¿Qué está pasando con la salud en el Valle del Cauca?
María Cristina Lesmes (M. L.): La Superintendencia Nacional de Salud intervino unas EPS que estaban incumpliendo con indicadores y obligaciones financieras que se venían acumulando. Hay unas intervenciones que no son porque sí, sino por una deuda histórica que no podían pagar. El problema que las EPS traían antes de la intervención es el mismo que tienen ahora porque siguen debiendo una plata que no pueden pagar y no hay recursos adicionales para pagarla. Ese es el gran problema.
SEMANA: ¿Cuánto deben las intervenidas en el Valle del Cauca?
M. L.: En intervenidas significa una cartera de alrededor de 600.000 millones de pesos. Esa cartera no se ha disminuido en nada. Recibimos una propuesta de las EPS de disminuir la cartera a la brava, que los hospitales les cedieran el 50 % de la cartera porque sí. Obviamente, nos opusimos a eso. Los hospitales no tienen por qué entregar parte de sus finanzas, así sean cuentas por pagar, para beneficiar a un particular. Tenemos entonces una contratación difícil que no se ha podido organizar del todo y un giro directo que hace la Adres, pero entrega el 80 % de los recursos a la EPS. Significa que hay muchas instituciones con una situación muy compleja, con deuda vieja combinada con deuda nueva.
SEMANA: ¿Las EPS liquidadas aún adeudan recursos a los hospitales?
M. L.: También se suma la deuda de las liquidadas, que son 400.000 millones de pesos más. Estamos hablando de un billón, más los atrasos de las otras EPS que no están liquidadas, pero que también tienen dificultades financieras. Es una situación muy compleja que no se arregla con intervención, porque es administrativa y no con recursos. No hay esperanza de pago de carteras viejas. Estamos tratando de ajustar con los giros directos, pero tenemos carteras antiguas que siguen.
SEMANA: ¿Las EPS intervenidas están empeorando su prestación de servicios y estados financieros?
M. L.: No mejoran, empeoran. Ellos no logran pagar, cambian de IPS prestadoras, tratan de solucionar su situación financiera disminuyendo los costos de la contratación. Como no hay más recursos y no tienen sino una fuente de ingresos, deben ajustar los gastos. No tienen otra salida. Están contratando por menos, están pagando por evento, pero finalmente no giran los recursos. No hay un remedio que solucione la enfermedad.
SEMANA: ¿Qué EPS intervenidas impactan al Valle del Cauca?
M. L.: Seis. Es el departamento con más EPS intervenidas: Emssanar, Asmet, SOS, Famisanar, Nueva EPS y Sanitas.
SEMANA: ¿La red de hospitales e IPS está al borde del colapso?
M. L.: Estamos en crisis y tenemos dificultades financieras. Estamos funcionando como IPS públicas porque no podemos cerrar. Por fortuna, llegaron unos recursos de oferta a instituciones de baja complejidad y eso alivió un poco la situación. Pero los de mediana y alta esperan recibir una plata de migrantes de la nación, que por 34.000 millones de pesos que nos deben, nos ofrecieron 16.000 millones de pesos. Hay una distribución inequitativa de la nación. Favorece a unos, pero a otros no. Tratamos de ayudarles a los hospitales, estamos en eso. Viendo cómo hacemos convenios de desempeño para conseguir recursos adicionales y bajar la cartera, pero los problemas no se solucionan. Todos son paños de agua tibia.
SEMANA: El Gobierno nacional tiene el control de la salud del 50 % de los colombianos. ¿Qué pasa?
M. L.: Hay un centralismo absoluto en la administración de los recursos. Nos tiene sin cuidado, pero son ellos quienes deciden a quiénes les pagan y a quiénes no. No tenemos recursos adicionales, no se ajusta la UPC, no se dice qué pasará con la plata de las liquidadas. No hay una solución clara y concreta frente a lo que está pasando.
SEMANA: ¿El Gobierno fracasó?
M. L.: No, creo que el Gobierno ha hecho muchos diagnósticos y está intentando implementar medidas, pero no tienen la suficiente capacidad de resolver los problemas. Si estamos hablando de un siniestro del 116 %, hay una ineficiencia de la UPC. Hay muchas cosas que se pueden hacer y hay intención del Gobierno. Deberá comprar los medicamentos de alto costo para disminuir el valor de los mismos. También intenta cooperar con equipos básicos en salud para atender población dispersa, pero el problema no está ahí, sino en las especialidades.
Las especialidades son más costosas, los servicios son muy costosos, por eso se han cerrado tanto. Tampoco hay una UPC diferencial con servicios de pediatría, que tienen una valoración diferente. No creo que sea fracaso, pero no todas las medidas del Gobierno son las respuestas que se esperan. Creemos que el sistema tiene sus cosas buenas y las malas hay que corregirlas, pero las propuestas que hace la reforma que conocemos no responden a los problemas del sector. Hay cosas complejas que hay que arreglar.
SEMANA: ¿Cree que puede haber corrupción dentro de las EPS intervenidas?
M. L.: He oído comentarios y quejas, pero no hay pruebas. No puedo afirmarlo.