Los diálogos de paz con la Segunda Marquetalia se instalarán este lunes 24 de junio en Caracas (Venezuela), a pesar de toda la polémica y el debate jurídico sobre esta negociación que se hará con hombres que abandonaron el Acuerdo de Paz de La Habana.
A pesar de que diferentes sectores aseguran que dicha negociación no tendrá futuro, justamente porque en la Constitución está claro que quienes hayan vuelto a delinquir no tienen otro camino diferente al del sometimiento a la justicia, el Gobierno Petro explorará los caminos para sacar adelante este diálogo.
Recientemente Iván Márquez reapareció en una fotografía junto con los negociadores de la Segunda Marquetalia, los representantes del Gobierno Nacional y los delegados de diferentes países que acompañarán la negociación.
Sin embargo, hay una nueva polémica que seguramente se abrirá en los siguientes días, porque uno de los cabecillas de los Comandos de Frontera firmó el documento que presentaron las partes al país como la hoja de ruta de dicha negociación.
Se trata de Giovanny Andrés Rojas, alias Araña, un confeso paramilitar que perteneció a Los rastrojos y fue condenado por diferentes delitos. Al salir de la cárcel integró ese grupo criminal de los Comandos de Frontera y está dedicado únicamente al negocio del narcotráfico en varias regiones del país y en zona fronteriza con Ecuador.
Lo cierto de todo este asunto es que Rojas ha dicho en varios escenarios que pertenece a la Segunda Marquetalia y que estuvo en las extintas Farc-EP, pero fuentes de aquella negociación confirmaron que él nunca estuvo en los listados que pasó la entonces guerrilla y que mucho menos iban a permitir el ingreso de una persona que tuviera vínculos con el paramilitarismo.
No obstante, desde que Iván Márquez y otros de sus amigos decidieron abandonar el tránsito a la legalidad, se ha querido presentar una alianza de la Segunda Marquetalia con los Comandos de Frontera y hacer creer que se trata de una sola organización.
La realidad del asunto, según fuentes enteradas, es que el grupo que lidera Márquez no cuenta con un número amplio de hombres en sus filas y por eso se acercaron a los Comando de Frontera, que cuentan con unas 1.000 personas armadas. Esta alianza tendría la finalidad de mostrarse ante el Gobierno Petro como una organización consolidada y fuerte, pero la verdad es que es una mezcla entre disidentes del acuerdo, delincuentes comunes, paramilitares y narcotraficantes que se quieren colar en un proceso político.
Desde la Casa de Nariño confirmaron que tienen la certeza de que la Segunda Marquetalia no es un grupo grande y que tendrán que verificar realmente si las personas que se presentan como integrantes de este grupo criminal realmente son disidentes, para evitar colados en los posibles beneficios que se puedan otorgar.
Los peligrosos Comandos de Frontera son la suma de disidentes y de una poderosa banda criminal que existe en el Putumayo y que se conoce como ‘La Constru’. Su cercanía con carteles mexicanos y el control del narcoctráfico en el Putumayo y Caquetá, han permitido que sean una poderosa banda criminal y con suficientes recursos económicos.
Con la firma de Guiovanny Andrés Rojas en dicho documento queda claro que el Gobierno Petro resultará negociando con un grupo paramilitar que no tendría espacio para un reconocimiento político ni mucho menos a posibles beneficios por una salida negociada al conflicto.
La presencia de Rojas en dicha fotografía pasó desapercibida, pero lo cierto es que ahora dicha negociación cuenta con más dudas que certezas, ya que el gran número de hombres armados solamente busca legalizarse a través de la negociación de paz que abrió Gustavo Petro.
Por ahora, nadie del Gobierno Nacional se ha referido a este asunto, pero está claro que Rojas es un paramilitar, como lo ha dicho en varias entrevistas, y que sus hombres le están apostando a un ‘conejazo’ a la paz en medio de las intenciones del Gobierno Petro de solucionar la crisis de orden público que se vive en todo el país.
Si había dudas sobre el camino jurídico para negociar con la Segunda Marquetalia, ahora con la presencia de los Comandos de Frontera no queda duda de que esta negociación está mal orientada y que podrían resultar beneficiados delincuentes comunes que se subieron al bus de la paz total con el disfraz de guerrilleros.