Para este miércoles, 12 de junio, la Comisión Primera del Senado tenía previsto el tercer debate del proyecto que prohíbe las denominadas “terapias de conversión” – con las que supuestamente se cambia la orientación o identidad de género -, pero este no fue discutido, por lo que genera su virtual archivo dados los tiempos legislativos, pues debía ser aprobado antes del próximo 20 de junio.
La representante a la Cámara, Carolina Giraldo Botero (Alianza Verde), quien es la autora de la iniciativa, reclamó que hubo una estrategia para dilatar la discusión, pero señaló en su cuenta de X que el próximo 20 de julio volverá a presentarlo.
“#NadaQueCurar es el lema de muchas marchas de la diversidad este mes en las que hubiéramos querido celebrar, pero serán para insistir: no más prácticas violentas para cambiar la orientación sexual o identidad de género de nadie”, dijo la representante.
Giraldo también afirmó que el proyecto estaba tercero en el orden del día en la Comisión, por lo que al no alcanzarse a discutir se hunde por esta razón: “creemos que si hubiéramos tenido la discusión probablemente sí se habrían tenido los votos. La verdad es que hubo toda una estrategia para dilatar y que no se pudiera finalmente dar trámite al proyecto”.
La iniciativa busca prohibir las terapias de conversión para cambiarle de manera forzada la orientación sexual a una persona.
Se trata de procesos que se vienen haciendo desde hace varios años en Colombia, debido a un vacío legal, como un intento de ‘curar’ a las personas del colectivo LGTBIQ+ a través de particulares ritos e incluso exorcismos. Con la iniciativa se busca que sean considerados “tortura”.
La Organización de las Naciones Unidas las ha calificado como extremadamente dañinas y asegura que causan dolor y sufrimiento que perdurará en las víctimas.
La representante lamentó que en el Congreso persistan representantes que se nieguen a reconocer a la población LGTBIQ+.
“Aunque no se dio formalmente, informalmente sí se suscitó un debate en el que queda claro que hay unas conversaciones que hay tener para escuchar a diferentes personas, pero también queda claro que hay gente que solamente tiene una manera de concebir el mundo y es que hay solamente hombres y mujeres heterosexuales. No creen que en el mundo existan las personas LGTBIQ+ y niegan su existencia”, manifestó.
También afirmó que “al negar esa existencia, por supuesto, también están negando todos los derechos, entonces eso es lo que nos parece más grave: que todavía haya voces en ese sentido que estén hablando en el Congreso de la República. Así que es mucho el trabajo que hay que hacer para que no haya discriminación y contra las personas LGTBIQ+ ni contra ninguna población en Colombia”.
Uno de los pocos estudios hechos sobre la materia en Colombia arroja cifras preocupantes: una de cada cinco personas de la comunidad LGBTIQ han sufrido algún intento de conversión.
Si se aprobara esta iniciativa, castigaría a los establecimientos que incurran en estos procedimientos con suspensión o cancelación de las licencias de operación.