SEMANA: ¿Cómo ve las salidas en falso del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo? Cuestionó a las vacunas contra la covid-19 y la apertura de nuevas camas UCI durante la pandemia.
Enrique Gómez Martínez (E. G.): Yo he escuchado que de pronto al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, le está fallando la salud mental. Una forma de excusarse es que el país debe entender que él es así y piensa eso sobre la salud: un hombre sin criterio, lleno de odios, envidias y prejuicios, como lo demostró recientemente en el tema de las vacunas. Lo único que le faltó fue hablar de las vacunas contra los extraterrestres, mientras un ministro debería estar promoviendo esa como una de las primeras políticas de salud pública en el país. Yo creo que una persona que piensa así, que es así, que ve la salud de esa forma, es la que pretende no solo acabar con lo que construyó Colombia durante 30 años, sino que él lo va a rediseñar. Eso me parece que es una mala noticia.
SEMANA: ¿Cree que el Gobierno debería examinar las salidas en falso o polémicas del ministro Jaramillo?
E. G.: En este punto donde va la reforma, creo que lo que viene es más rejo. Siento que el Gobierno le ha dado rienda suelta a Jaramillo para castigar al Congreso y amenazar, amedrentar al Legislativo. Por eso, nosotros lo denunciamos penalmente porque hizo pública no solo la práctica del cohecho a través de la reforma, sino que le cobró a la Alianza Verde el incumplimiento del pacto de cohecho. Una persona que ya está llegando a ese nivel demuestra un nivel ético nulo, además de una pérdida de criterio que debe preocupar a todo el país y al sector. Un sector le hace el juego a Jaramillo porque lo que lo hace fuerte es que siendo miembro de la administración de Gustavo Petro en Bogotá dejó enchufadas en las subredes más de 20.000 personas que son las que le hacen la caja de resonancia en todos estos procesos de la reforma a la salud. Una mezcla de prejuicios, inmadurez y superficialidad.
SEMANA: ¿Usted pensó que Guillermo Alfonso Jaramillo sería distinto a la exministra de Salud, Carolina Corcho?
E. G.: No, yo lo conozco de antes, de viejo, lo conozco de haber visto no solo el desastre en la capital, uno de los propiciadores de la quiebra de Capital Salud. Quienes conocemos un poco la historia de la salud en el Tolima hemos tenido constancia del mal manejo del Federico Lleras que llevó a su liquidación. Y el radicalismo de Guillermo Alfonso Jaramillo es real. En su momento, recuerden, se le señaló de pertenecer, supuestamente, a las Farc, de haberse enajenado ideológicamente. Eso no es algo nuevo (...) Vuelvo y digo, lo grave no es pensar que él está enfermo, lo grave es que él es así, él cree eso.
SEMANA: Si el ministro Jaramillo sigue haciendo esos pronunciamientos que encienden las alarmas en el sector salud, ¿su reforma podría afectarse en el Senado?
E. G.: Sin duda, porque cuando habla mal de los intensivistas en Colombia, que son las autoridades médicas en estas UCI, pues está calumniando a cientos, si no miles, de médicos entre internistas e intensivistas que se jugaron la vida durante la pandemia. Miren lo ligero que es el ministro Jaramillo. Yo no entiendo cómo él va a seguir interactuando con la comunidad médica del país o cómo los médicos van a seguir confiando en este escenario. Y vamos a ver si al Senado le gustan este tipo de conductas o si lo que viene es rejo burocrático. El ‘vengador pijao’ viene a cobrar la mermelada que ha entregado y no va a existir discusión, y un espacio de votación racional de reforma a la salud. Yo he pedido que el ministro abandone el cargo porque afectará el debate a la reforma.
SEMANA: ¿Por qué lo llama el ‘vengador pijao’?
E. G.: Él siempre ha tenido ese estilo, pregunte en el Tolima, él ha sido un hombre castigador con la prensa, la oposición, con sus propios empleados, un hombre que ha tenido muchas acusaciones de maltrato verbal cuando ha ejercido cargos en el Ejecutivo. Esto no es nuevo.