SEMANA: ¿Qué ha pasado con usted en estos últimos años?
JORGE SUÁREZ: Terminé mi carrera en comunicación social y una especialización en gestión pública. Quiero continuar mis estudios. Me casé el año pasado. Un matrimonio bastante polémico. Estamos construyendo una familia con mi esposa Catalina Suárez y tenemos muchos sueños. La idea, también, es construir hacia adelante esa paz total.
SEMANA: Precisamente, ¿cómo está viendo la propuesta de la paz total de Gustavo Petro?
J.S.: Apoyo totalmente la propuesta de paz total del presidente Gustavo Petro. También ofrezco, si es necesario, mi experiencia en todo este proceso de construcción de paz que necesita el país. Es muy necesaria la implementación del acuerdo de paz. Esto es lo que permitirá la construcción de paz total con todos los grupos armados. Más que nadie creo en las segundas oportunidades. De verdad que para mí la firma del acuerdo de paz significó una segunda oportunidad, un renacer en mi vida. Eso me ha servido para poder construir una familia como la que estoy construyendo con mi esposa. A pesar de que tenemos bastantes diferencias ideológicas, nos encontramos en el amor, en ese amor de construcción de vida.
SEMANA: ¿Pero es justo vincular a las disidencias de las Farc? Al fin y al cabo, ellos ya tuvieron una oportunidad…
J.S.: Las negociaciones no son fáciles. Precisamente el diálogo es la salida al conflicto en Colombia. Bienvenidos todos esos espacios que busquen la construcción de una mejor sociedad y de un mejor país.
SEMANA: ¿Qué les diría a las disidencias de las Farc que están a la expectativa de un eventual diálogo con el gobierno Petro?
J.S.: Les digo que la paz es el camino, que hay un mejor país para construir y que todos los esfuerzos que se hagan para no continuar con esta guerra, son importantísimos.
SEMANA: Si su padre, el Mono Jojoy, estuviera vivo, ¿habría aceptado estos procesos de paz?
J.S.: Una de las conversaciones que tuvimos con mi padre, un día antes de morir, fue precisamente sobre eso. Lo escribí en una carta este 22 de septiembre. Él me dijo: ‘mira hijo, la salida es dialogada al conflicto. La salida no es por medio de la vida militar, es dialogada’. Estoy seguro que, si mi padre estuviera vivo, también estaría aportando a esta construcción de paz total.
SEMANA: ¿Cómo es eso de que escribe cada año cartas a su padre?
J.S.: Así es, las escribo todos los 22 de septiembre. En ellas le cuento a mi papá cómo ha sido toda esta experiencia luego de la firma del Acuerdo de Paz y lo que estoy viviendo. En las cartas recuerdo mucho cuando era niño y lo visitaba. También el cariño que me dio como padre. Le he contado muchas cosas, entre ellas, cómo ha sido mi vida luego del acuerdo de paz.
SEMANA: ¿Tiene algunos trozos de la carta que le dejó en su tumba a su padre este 22 de septiembre?
J.S.: ‘Hola Papá. Qué rápido pasan 12 años. Cómo pasa el tiempo, inexorable e implacable y a la vez llenándonos de recuerdos, unos alegres y otros tristes. ¿Te acuerdas cuando fui a visitarte y solo tenía 6 años? Estabas vestido de militar y apenas te vi, lo único que dije fue: ¡policía, no! Fuiste y te cambiaste y te pusiste ropa de civil, y que, llegada la tarde, se sentía la tristeza de la despedida porque no sabíamos cuándo nos volveríamos a ver’.
SEMANA: ¿Qué más le escribió?
J.S.: ‘¿Te acuerdas que en la última carta dije que iba a contar algún día esa conversación que tuvimos un día antes de tu muerte? Bueno, hoy es el día… Qué grande esa última conversación, la recuerdo como si fuera ayer. Me decías que el camino de Colombia no podía ser el de la guerra perpetua, que el camino de Colombia era la construcción de la paz con una salida dialogada al conflicto y siempre insististe en la importancia de creer en sus ideales y luchar por ellos (…) Jamás me imaginé que se firmaría un acuerdo de paz. Pensé que iba a morir en la guerra, pero las segundas oportunidades en la vida existen. Te cuento que me casé -un poco polémico el matrimonio-, pero encontré el amor de mi vida (…). Espero poder contarle a mis hijos mañana cuán dura ha sido la guerra en Colombia, no solamente para que se escuchen las historias, sino para que precisamente no vuelva a repetirse jamás la guerra.
SEMANA: ¿Cómo es el ritual cada 22 de septiembre?
J.S.: Todos los 22 de septiembre voy hasta la tumba de mi padre y le coloco flores mostrándole el afecto que como hijo le tenía, medito un rato y me pongo a pensar de la importancia que es para Colombia la construcción de paz.
SEMANA: Usted dice que se vio con su padre un día antes de morir, ¿cómo fue ese episodio?
J.S.: Esa conversación fue muy profunda, sentí mucha sinceridad en sus ojos. Fue un día antes del bombardeo, yo estaba en ese sitio, fue un bombardeo grandísimo, fue un momento lleno de nostalgia. Yo lloré muchísimo, fue muy duro. Fue a las 2:00 de la mañana, hablamos un día antes, cuando yo fui al bunker a leerle unas revistas. Yo creo que mi papá se estaba despidiendo. Él sabía que se iba a morir, que lo iban a matar.
SEMANA: Ya que usted lo mencionó en la carta a su padre, cuéntenos, ¿cómo va el matrimonio con la periodista Catalina Suárez?
J.S.: El matrimonio va bastante bien, estamos muy contentos y felices. La amo con toda mi vida. Ha sido bastante polémico por las posiciones opuestas que tenemos, pero nos amamos en la diferencia.
SEMANA: ¿Y cómo se ponen de acuerdo, ella de derecha, uribista y usted de izquierda?
J.S.: No, no. Ninguno nos ponemos de acuerdo. No estoy para convencerla ni a ella ni a mí. Sencillamente, nos amamos en la diferencia, a veces tenemos bastantes discusiones de muchos temas, pero esos debates nos enriquecen.