La subcomisión que buscaba llegar a una concertación sobre la reforma a la salud radicó su informe ante la Cámara de Representantes. El texto muestra una mezcla de cambios de redacción, corrección de errores e imprecisiones y eliminación de artículos redundantes, con muy pocas modificaciones importantes a los temas que generan polémica.

Por esta razón, los congresistas de la oposición que conformaron la subcomisión manifestaron que en el informe no terminan sus fuertes discrepancias con el proyecto del Gobierno.

Debate de la reforma a la salud. | Foto: Esteban Vega La-Rotta / Publicaciones Semana

Carolina Arbeláez, representante de Cambio Radical, le informó a la ciudadanía que los artículos problemáticos siguen vigentes.

“¡No se dejen engañar! La subcomisión de la reforma a la salud no concertó el texto completo del proyecto, en lo fundamental no hubo acuerdos. Continúa la preocupación sobre la estatización del sistema, la gestión del riesgo en salud asumida por el Estado. La comisión fue un espacio valioso para presentar nuestra visión y propuestas y dejar en firme nuestra crítica a esta regresiva reforma”, publicó la congresista en su cuenta de X.

Por otro lado, el representante Andrés Forero, del Centro Democrático, dijo que los cambios que se hicieron en la subcomisión son “cosméticos”.

“Hoy termina el trabajo de la comisión accidental de estudiar el texto para segundo debate de la reforma a la salud. Hay que decir que lamentablemente el discurso del presidente de la República de buscar un gran acuerdo nacional, donde cupiéramos todos, se quedó solo en eso. Se quedó solamente en un discurso. No fue posible llegar a acuerdos, a concertaciones respecto a lo esencial de la reforma”, dijo Forero.

Reforma a la salud. | Foto: Esteban Vega La-Rotta / Publicaciones Semana

Además, aseguró que las preocupaciones de académicos, pacientes y médicos no fueron tenidas en cuenta.

“Se mantienen las mismas preocupaciones y las mismas alertas, a pesar de que hay que reconocer que hubo algunas pequeñas modificaciones de carácter cosmético”, agregó el congresista de oposición.

Forero aseguró que el tiempo de transición, que son dos años para que las EPS se conviertan en Gestoras de Salud y Vida o sean reemplazadas por lo público, es muy corto. Además, dijo que el Gobierno reconoció que los sistemas de información se tardarán al menos cinco años en constituir, mientras que en la reforma solo está previsto uno.

“Adicionalmente, nos preocupa el tema del esquema de compra de servicios, que ya va a dejar, según el Ministerio y los propios coordinadores ponentes, los contratos de lado. Va a haber solo acuerdos de voluntades, pero no queda claro quién los va a suscribir con las clínicas y hospitales. Eventualmente, se está abriendo la puerta con este esquema a que haya un desbordamiento en el gasto en salud. Se agoten anticipadamente los recursos y que se abra una gran puerta a la corrupción”, agregó.

Además, según el congresista, es un “despropósito” que los Centros de Atención Primaria (CAP) sean la puerta de entrada al sistema. Estas, según los planes del Gobierno, gestionarán desde licencias de maternidad hasta caracterización.

“Sentimos que no hay posibilidades de que en estos dos años puedan crear esas condiciones y esas capacidades técnicas y administrativas. Realmente consideramos que este es un retroceso en materia de salud. Se están sentando las bases para una gran crisis sanitaria en el país y en este momento estamos quedando en manos del Partido Liberal y del Partido de la U”, concluyó Forero.

Subcomisión de la reforma a la salud. | Foto: Martha Alfonso

Con el fin del trabajo de la subcomisión, la reforma a la salud continúa su trámite en la Cámara de Representantes, que deberá aceptar o rechazar el informe. Anteriormente, se aprobó la ponencia positiva, lo cual daría paso a la votación de cada uno de los artículos.