"Basta leer el reportaje del presidente Santos a María Isabel Rueda y la entrevista que le concedió a Rodrigo Pardo para ratificar que el presidente le parece conveniente eliminar la figura vicepresidencial". Con esas palabras, el representante Telésforo Pedraza (Partido Conservador) radicó un proyecto de reforma constitucional que pretende eliminar la figura de la Vicepresidencia de la República, pero que inicia su trámite sin el "directo respaldo" del Gobierno y sin pleno consenso en el Congreso. En ambas entrevistas, el presidente Santos se mostró "muy partidario" de regresar a la figura del designado, aunque aclaró que él, ni el Gobierno, no pretende suprimir la actual institución de la Vicepresidencia. La propuesta de Pedraza, en pocas palabras, es regresar a la figura del "designado", que tenía como única función reemplazar al presidente de la República en sus ausencias temporales o definitivas y que estaba establecida en Colombia durante la mayor parte del siglo XX hasta cuando la Constitución del 91 creó la del vicepresidente. Precisamente el último designado que hubo en el país fue Juan Manuel Santos, quien siendo ministro de Comercio fue designado del presidente César Gaviria. "Ni contra Angelino ni contra Uribe" El proyecto consta de diez artículos que buscan modificar igual número de normas constitucionales. Y un artículo adicional con el que establece con claridad que si el Congreso decide eliminar la Vicepresidencia, sólo se aplicaría a partir del 2014, es decir, según Telésforo, que "no pretende ser un proyecto contra Angelino Garzón", actual vicepresidente de la República. En Colombia no hay pleno consenso sobre la V|icepresidencia. Fue aprobada en la Constituyente del 91 con la mínima mayoría. Por eso esta discusión no es producto del estado de salud Angelino Garzón El representante Pedraza asegura que la reforma sólo tiene objetivos institucionales, pues considera que las reformas a la carta Política no deben tener nombre propio. Por eso rechazó otra de los obstáculos que le han puesto al proyecto. Que con esta reforma eliminaría la posibilidad de que el expresidente Álvaro Uribe pudiera ser vicepresidente, un escenario que política y jurídicamente se ha planteado en la opinión pública. La reforma plantea que el presidente de la república será reemplazado por su designado, quien deberá tener las mismas calidades que el mandatario. No será un ministro de Estado. No tendrá salario ni nómina de personal. Será elegido por el Congreso en pleno de una terna que le envíe el presidente de la República. El designado debe tener la misma filiación política, es decir, pertenecer al mismo partido que el jefe del Estado. El ambiente político Al radicar el proyecto, Telésforo Pedraza confesó que nadie del Gobierno lo ha llamado para respaldar la iniciativa. Pero asume esa circunstancia como un respeto a la autonomía y la independencia del Congreso, que será quien tome la decisión, más allá de lo que piense el Ejecutivo. La reforma constitucional fue radicada en la Secretaría de la Cámara de representantes, con la firma de respaldo de 24 parlamentarios, entre senadores y representantes, de distintos partidos políticos, todos ellos de la coalición de la Unidad Nacional. Entre los 24 firmantes sobresalen los nombres de los veteranos senadores Roberto Gerlein (P. Conservador) y Aurelio Iragorri (la U); los de José Darío Salazar (P. Conservador), Myriam Paredes (P. Conservador), Antonio Guerra de la Espriella (Cambio Radical); y de representantes a la Cámara como Germán Varón (Cambio Radical), Guillermo Rivera (P. Liberal), Alfonso Prada (P. Verde), y del actual vicepresidente de la Cámara de Representantes, José Ignacio Mesa (Cambio Radical). Sin embargo, desde la oficialidad de algunos partidos, La U por ejemplo, consideran que las actuales circunstancias no son propicias para adelantar semejante discusión. Juan Lozano, quien aún oficia como presidente del partido de gobierno, lo calificó de "inoportuno" por las actuales condiciones de salud del titular del cargo, Angelino Garzón. "El señor vicepresidente en ejercicio debe tener la posibilidad de nutrir ese debate con sus argumentos y con sus ideas, yo no creo que con el vicepresidente Angelino en el lecho de enfermo sea correcto decidir sobre la suerte de la Vicepresidencia. Hay que escuchar el testimonio de Angelino, escuchar sus recomendaciones". Roy Barreras, presidente del Congreso, consideró que este debate no es trascendente. "Le tengo poco interés a ese proyecto porque vicepresidente y designado hacen lo mismo: nada. La diferencia es que el vicepresidente nos cuesta en sus viajes", afirmó Barreras. Tal suspicacia se genera porque desde la Constitución del 91, nunca antes se había radicado una reforma constitucional para eliminar la Vicepresidencia. Telésforo Pedraza insiste en que venía maquinando la idea cinco años atrás, pero que por primera vez se radicó tal iniciativa. Aseguró que no puede pasar de una coincidencia que se produzca cuando el vicepresidente es Angelino. Sin embargo, el ambiente político se advierte dividido, pues en el Congreso también hay muchas voces que señalan a la Vicepresidencia de "problemática y conflictiva". ¿Cuál es la función del vicepresidente? Según la Constitución, las que le asigne el presidente. Pero en la práctica, tal como lo hablaban los parlamentarios y funcionarios que radicaron el proyecto, "la Vicepresidencia se convirtió en fuente de intrigas y problemas" o "la única función es ir todas las mañanas a preguntar por la salud del presidente". El proyecto deberá ser defendido en 15 días en la Comisión Primera de la Cámara.