Hay dos mecheros de descontento social que le están estallando al gobierno de Gustavo Petro: la molestia de los maestros por el cambio en el Fondo del Magisterio (Fomag) y la huelga de los sindicatos del Ministerio del Trabajo.
Por un lado, la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) le dio un ultimátum de diez días a la administración para que resuelva los problemas en el sistema de salud de los maestros, con la amenaza de que convocarían a una movilización si no se aplican ajustes para el 10 de junio.
Esa determinación fue anunciada por la propia Federación exigiendo que garanticen los derechos a la vida y a la dignidad a los más de 800 mil usuarios del Fomag entre los que están los docentes y sus familias.
Ese llamado fue hecho en la tarde del viernes, el mismo día que comenzó la huelga de los funcionarios del Ministerio del Trabajo promovida por 14 sindicatos de esa cartera que se cansaron de las promesas incumplidas por la ministra Gloria Inés Ramírez y sus antecesores.
Las consecuencias de ese paro aún no comienzan a sentirse porque ese cese de actividades comenzó oficialmente el viernes 31 de mayo, pero los sindicalizados ya están buscando respaldo del resto de organizaciones del país para que manifiesten públicamente su apoyo a esa jornada que aún no tiene fecha de finalización.
Los convocantes le mandaron una carta al resto de los sindicatos, federaciones y confederaciones pidiéndoles acompañamiento y apoyo a su cese de actividades, pues ya está listo el cierre de las oficinas de las direcciones territoriales, oficinas especiales e inspecciones municipales de trabajo.
“Conocemos de la importancia de las funciones que desarrollamos para las organizaciones sindicales, trámites y demás; sin embargo, ante todo somos trabajadores, para nosotros es de suma importancia contar con su solidaridad y apoyo oportuno”, escribieron los sindicalizados del Ministerio del Trabajo en una misiva dirigida al movimiento sindical.
Esos grupos están pidiendo respaldo del movimiento social “hasta que la dignidad se haga costumbre en el Ministerio del Trabajo”, un reclamo que tiene lugar justo en un contexto en el que la responsable de esa cartera, Gloria Inés Ramírez, es una funcionaria que hizo su carrera como sindicalista.
La relación de ese despacho con esas asociaciones no va bien. La secretaria general del Ministerio, Carla Estefanía Poveda, les envió un comunicado a los funcionarios en el que les dijo que los servidores públicos son “responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes o por omisión o extralimitación en el ejercicio de nuestras funciones”.
Los sindicatos del despacho que dirige Ramírez están reclamando una bonificación, beneficios para los trabajadores como la entrega de kits escolares para los hijos de los empleados y ajustes al régimen de trabajo en casa en la entidad.
En ese mismo documento con fecha del 30 de mayo les invitó a seguir las líneas del Comité de Libertad Sindical de la OIT diciéndoles que “la acción sindical debe ser pacífica y sin obstáculos o intimidación a la libertad de trabajo, particularmente para el desempeño de labores de la administración pública”.
Del otro lado, los maestros piden desesperadamente que puedan tener acceso pleno al sistema de salud, pues durante este mes de la implementación del nuevo Fomag han tenido problemas para conseguir citas médicas, medicamentos y continuar sus tratamientos.
Lo que sostienen desde Fecode es que valorarán “en un término no mayor a 10 días el estado de la situación de implementación del modelo de Salud y SST en el marco del Acuerdo 03 de 2024 en el sentido de la superación de la problemática informada por Fecode y sus filiales; caso contrario, el Comité Ejecutivo hará uso de las facultades delegadas otorgadas por la Junta Nacional para definir las acciones de movilización, así como las convocatorias necesarias para exigir la garantía del derecho a la vida y la salud del magisterio colombiano”.
Si bien hay molestia dentro de la Federación, su director, Domingo Ayala, es cercano al presidente Petro y al Pacto Histórico. Es más, pese a los problemas con el sistema de salud, estuvo promoviendo la asamblea por las reformas convocada por el Gobierno.