El proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio infantil en Colombia está a días de votarse en la Comisión Primera del Senado, recinto que está estudiando ese articulado en tercer debate.

Esta es la primera ocasión en la que un articulado de esa naturaleza avanza hasta ese nivel en el Congreso de la República y a los senadores que integran esa corporación les falta solo una sesión legislativa para votar la ponencia que definirá el futuro del texto.

Desde la sociedad civil le están pidiendo a la Comisión Primera que apruebe ese documento que busca acabar con las uniones tempranas en el país y llaman la atención sobre que es el momento de dar el debate sobre dar más oportunidades a los proyectos de vida de las niñas, niños y adolescentes.

La presidenta ejecutiva de la Fundación PLAN, Ángela Anzola de Toro, afirma que “si hay un compromiso como país para defender a la niñez, y en particular a las niñas, este es uno de los proyectos de ley que se tiene que materializar para lograr protegerlas. Las niñas deben enfocarse en estudiar, vivir su infancia y adolescencia, vivir las etapas de la vida para adquirir la madurez emocional y tomar decisiones sobre su proyecto de vida”.

Se estima que en Colombia 314.552 niñas y 124.042 niños están casados o viven en medio de uniones tempranas que sucedieron entre sus 10 y 19 años, según datos recavados en 2018. Si bien son cifras de hace varios años, dan cuenta de cómo ha habido proyectos de vida que quedaron mediados por las relaciones de pareja que no siempre fueron consentidas.

Con la normativa actual, los menores de edad puedan casarse a partir de los 14 años si tienen permiso de sus padres o acudientes y el proyecto de ley busca subir el rango de edad desde el que se puede contraer matrimonio hasta los 18 años.

“Las niñas y los niños necesitan poder tener la madurez suficiente para tomar este tipo de determinaciones. Esto está conectado con los embarazos infantiles y adolescentes porque muchos vienen de estas uniones infantiles, pueden ser la causa o la consecuencia: niñas que son llevadas al matrimonio porque quedaron embarazadas. La mayoría de estas uniones no son entre pares, sino entre una persona significativamente mayor, normalmente un hombre, y una niña mucho más joven”, sostuvo la directora de la Fundación PLAN.

Los casos de matrimonios infantiles y uniones tempranas se registran en todas las regiones del país, incluso en las partes urbanas, pero estas tienen una especial prevalencia en zonas rurales o en las comunidades indígenas.

Los datos de esa fundación indican que la diferencia de edad entre la primera pareja de estas niñas, niños y adolescentes y los menores de edad puede situarse desde los 6 años hasta una brecha de 15 años, lo que hace que en esa unión conyugal también se esté presentando una relación de poder.

El articulado hace parte de la agenda feminista del Congreso que han abanderado legisladoras de diferentes partidos políticos con el objetivo de actualizar las leyes colombianas para permitir un mayor acceso a derechos a las mujeres. Foto: @ProfamiliaCol | Foto: @ProfamiliaCol

Textualmente, el proyecto de ley busca “eliminar el matrimonio infantil y las uniones tempranas en las cuales uno o ambos de los contrayentes o compañeros permanentes sean personas menores de edad”. El articulado crea un programa nacional de proyectos de vida para los niños, niñas y adolescentes, con el objetivo de que estos tomen decisiones informadas sobre su futuro.

El articulado propone “fortalecer la política pública nacional de infancia y adolescencia mediante la creación del Programa Nacional Proyectos de Vida para niños, niñas y adolescentes que promueva la sensibilización y divulgación sobre los efectos, causas y consecuencias de contraer matrimonio o uniones maritales de hecho con menores de 18 años”.

La Comisión Primera del Senado discute el tercer debate del proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio infantil en Colombia. | Foto: Cortesía

Quienes promueven este proyecto de ley aclaran que dentro de esa capacidad de decidir de las personas el matrimonio y la maternidad es una opción legítima, sin embargo, llaman la atención sobre que hay un momento de la vida para tomar ese tipo de determinaciones que no puede seguir dándose en la infancia.