La saliente superintendente de Industria y Comercio, María del Socorro Pimienta, envió una carta en la que manifestó su sorpresa e indignación por la forma en la que el presidente, Gustavo Petro, a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, expidió el Decreto 2175 de 2023, por medio del cual se declaró insubsistente su nombramiento.

En la misiva aseguró que “en los últimos meses y en las últimas horas se han dicho una enorme cantidad de mentiras y calumnias sobre mí”, además de señalar que ha percibido un acoso constante desde distintas fuentes.

“Lo cual denuncia una puja por este puesto, con cargo a todo tipo de intereses. No tengo duda de que algunos funcionarios del Gobierno tenían interés de sacarme a las buenas o a las malas”, afirmó.

Asegura que todo lo que está ocurriendo en su contra se debe a que “muchos intereses estarían detrás de esa campaña” y sin revelar fuentes le han dicho que “el plan es nombrar en la Superintendencia a una abogada muy cercana al presidente”. | Foto: SEMANA

La decisión se conoció en la tarde de este jueves 14 de diciembre y SEMANA estableció que el presidente Gustavo Petro habría tomado la decisión tras ser informado de presuntos malos manejos en la entidad.

Ante esos señalamientos, respondió: “La peor agresión que he recibido en mi vida es la infame campaña que desataron quienes buscaban desvincularme de la SIC, para ambientar mi salida con calumnias y acusaciones temerarias y crearme perfil de corrupta, cuando he sido una funcionaria intachable”.

En sus 30 años de vida profesional aseguró que jamás ha tenido “una investigación de Procuraduría, Contraloría y mucho menos de Fiscalía”, por lo que puede confirmar que su “gestión fue transparente”.

“Soy una mujer profesional con una carrera pública intachable. Trabajo en la Superintendencia desde hace décadas. La conozco como a nadie. Estaba en 1991, cuando la entidad iba a ser desbaratada y fui parte de su transformación. Para llegar al cargo, a mí me tocó presentar un concurso reglado y cumplir una serie de requisitos. Estuve encargada desde el 30 de enero, pero cuando yo gané el concurso pensé que, además de ser un reconocimiento de todos los años de carrera, era un reconocimiento a los postulados que el mismo gobierno del cambio quiere defender”, le dijo a SEMANA en una entrevista.

Lo más aterrador de lo que dice en su carta es que sintió pánico en estos días “cuando los ataques se dieron en las redes por activistas cercanos al Gobierno. Eso ratifica mi certeza de que me querían sacar, a las buenas o a las malas”. | Foto: SIC

La saliente superintendente habría decidido en favor de empresas de Euclides Torres, señalado de ser uno de los principales financiadores de la campaña de Petro, y de otras compañías que tenían como apoderado al exsuperintendente Jairo Rubio Escobar. En la mira están decisiones que ella tomó en pleitos con Avianca, WOM y la Dimayor. En todas ellas Rubio actuaba defendiendo a los privados.

A la Casa de Nariño llegaron informaciones precisas que indicaban que, presuntamente, Rubio era el poder en la sombra de la SIC. Al parecer, entregó las hojas de vida para los nombramientos de las seis superintendencias delegadas que conforman la entidad, entre otros altos funcionarios del nivel directivo.

Lo que también habría rebosado la copa de Petro fue que Pimienta Corbacho, en varias ocasiones, negó su vínculo con Rubio, pero terminó nombrando a un sobrino de él en la entidad en un cargo profesional (Juan David Rubio Acevedo). Ese nombramiento se dio el 29 de mayo de este año.

Sobre eso, Pimienta dijo que ella trabajó con Jorge Rubio, pero que ella no tiene una cercanía distinta a haber trabajado en la entidad cuando él la dirigió, como lo ha hecho con los otros ocho superintendentes que han estado en ese cargo. “Simplemente, esas manos oscuras y esos intereses oscuros han querido centrar la atención en eso para desenfocar sobre el resto de cosas que estaban alrededor. Lo conozco como conozco a todos los superintendentes. Todos fueron jefes míos. Han armado una narrativa tendenciosa sobre los casos”, señala a SEMANA.

Asegura que todo lo que está ocurriendo en su contra se debe a que “muchos intereses estarían detrás de esa campaña”, y sin revelar fuentes expone que le han dicho que “el plan es nombrar en la Superintendencia a una abogada muy cercana al presidente”.

Dentro de ese plan maquiavélico indicó que han actuado abogados y exfuncionarios de la entidad, “para mover intereses particulares”.

“Si así fuera, duele y preocupa que la institución a la que he dedicado mi vida sea escenario de intereses oscuros y herramienta de venganza de exfuncionaros resentidos”.

Lo más aterrador de lo que dice en su carta es que sintió pánico en estos días “cuando los ataques se dieron en las redes por activistas cercanos al Gobierno. Eso ratifica mi certeza de que me querían sacar, a las buenas o a las malas”.

La ex funcionaria contó también el grave daño que le genera que la declaren insubsistente. “Una sola razón me mantuvo a mí. Soy madre de tres hijos. Uno es discapacitado, con un déficit por cuenta de una epilepsia. Yo he sufrido esa tragedia”, cuenta en detalle.

Sacarla del cargo le hace un enorme daño a su hijo Samuel, que hoy tiene 26 años. Cuando era más pequeño, tuvo un procedimiento ambulatorio y por un error le pasaron mal la anestesia. Tras esa situación, quedó con una condición de salud muy difícil. “Puede convulsionar 20 o 30 veces al día. A consecuencia de eso tiene un déficit cognitivo”.

“Si yo me hubiera jubilado, tendría dos prestaciones vitalicias. Ninguna madre estaría en disposición de lesionar a su hijo. Y yo menos después de estar a nueve meses de tener esa posibilidad. Yo necesito una pensión para darle a mi hijo una tranquilidad mediana al futuro”, asegura.

Pimienta lamenta lo que está viviendo. “Declararme insubsistente es un enorme daño, no solo a mí, sino a mi familia, a mi hijo. Mi hijo tiene un estado de vulnerabilidad porque yo perdí esas prestaciones después de haber desarrollado una carrera de muchos años. Yo amo la Superintendencia, amo lo que hice en la Superintendencia, pasé por ocho superintendentes distintos. Los conozco a todos. Ahora he percibido la peor agresión de mi vida, con la peor campaña de desprestigio. Me crearon un perfil de corrupta”, señala.